Estudiantes
de 4° año de la carrera de Medicina. Rosario 1998
El cuerpo y la genealogía 3
La voluntad de poder y el sentimiento de poder 15
El superhombre y el exilio de la verdad 20
El cuerpo
Allí quiero ir; aún confío
en mi aptitud y en mí.
En torno, el mar
abierto, por el azul
navega mi barca
genovesa.
Todo resplandece nuevo
y renovado,
dormita en el espacio
y el tiempo el mediodía.
Sólo tu ojo-desmesurado
me contempla ¡oh
Eternidad! 1
En la
filosofía antisustancialista sólo hay formas extrañas. Despliegues.
“Hacer la genealogía de los valores, de la moral, del ascetismo, del
conocimiento, no será por tanto partir a la búsqueda de su “origen”,
minusvalorando como inaccesibles todos los episodios de la historia; será por
el contrario ocuparse en las meticulosidades y en los azares de los comienzos;
prestar una escrupulosa atención a su derrisoria malevolencia; prestarse a
verlas surgir quitadas las máscaras, con el rostro del otro; no tener pudor para ir a buscarlas allí donde están- “revolviendo los bajos fondos”-, dejarles el tiempo para remontar el laberinto en el que ninguna
verdad nunca jamás las ha mantenido bajo su protección.” 2
El disparate, y no la identidad en el
origen propia de los metafísicos o sabios academicistas.
“Lo que se encuentra al
comienzo histórico de las cosas, no es la identidad aún preservada de su origen-es la discordia de las otras cosas, es el disparate.”
“El hombre comenzó por la
mueca de lo que llegaría a ser; Zaratustra mismo tendrá su simio que saltará a
su espalda y tirará de su vestido.” 3
Parte del garabato. Partir del océano.
Un ave se eleva desde el abismo. Es el
cielo mismo que expresa su instante, su eternidad.
Fuerzas que entran en resonancia:
“En Un determinado momento de la fuerza se
da la condición absoluta de un nuevo reparto de todas las fuerzas que la
componen: nunca puede fijarse. El ‘cambio’ forma parte de su esencia; por
consiguiente, también su carácter temporal.” 4
Devenir ave del cielo, devenir cielo del
ave.
Simulacro.
“Si, en general, hay algo que
adorar, es la apariencia la que debe ser adorada.” 5
Imagen que deviene, que fluye como el sonido. ¿Qué es el sonido sino el devenir agua del aire?
En un instante, la sangre dentro de los
vasos puede coagular, y luego, por una nueva combinación, disolverse. 6
El problema es el de la cristalización:
“Si el mundo fuese, en
general, capaz de persistir y de cristalizar, de ‘ser’; si, en todo su devenir
tuviese sólo por un momento esta capacidad de ‘ser’, hace ya mucho tiempo que
hubiera terminado todo devenir.” 7
Sobre el cielo oscuro, el movimiento de las
fuerzas.
“En todo movimiento debe distinguirse: 1) la parte de cansancio
implícita en un movimiento anterior (saciedad de éste, malignidad de los
débiles contra el mismo, enfermedad) 2)
en parte es una fuerza que se ha despertado, después de vivir aletargada
durante mucho tiempo, gozosa, petulante, violenta, es salud.” 8
En pleno mediodía, asiste al nacimiento del
error. Es el testimonio de invasiones, luchas, infecciones en el desierto. Ve a
la historia como el “cuerpo mismo del devenir” 9.
Ora es la historia la que deviene, ora es el devenir el que hace historia.
La genealogía es la semiología de la
historia. Como tal, el genealogista con el látigo y el martillo “remueve
aquello que se percibía inmóvil, fragmenta lo que se pensaba unido” 10,
detecta el error allí donde nace.
Su sitio es la articulación del cuerpo y la
historia, una articulación que emite chirridos.
*
* *
Introducir los conceptos de sentido y valor
en una filosofía crítica es derribar los valores y sentidos en tanto que
principios, es darles nuevos puntos de vista. Interpretar. Es entregarse al
eterno juego de la tirada de dados.
“Interpretar, e incluso
valorar, es pesar.”
“Observamos que el arte de
interpretar debe ser también un arte de atravesar las máscaras, y de descubrir
qué es lo que se enmascara y por qué, y con qué objeto se conserva una máscara
remodelándola.” 11
El concepto de valor no lleva a un
conformismo, sino que plantea una constante creación.
“Una valoración supone valores a partir de los cuales ésta aprecia los
fenómenos. Pero, por otra parte y con mayor profundidad, son los valores los
que suponen valoraciones, ‘puntos de vista de apreciación’, de los que deriva
su valor intrínseco.” 12
Un gran cuerpo danzante que experimenta a
través de sus órganos de los sentidos (siempre que sepamos que éstos son
innumerables y dejemos que un día la vista se nuble, los olores entren por las
orejas, el hambre se siente en la piel. Cuerpo de sensaciones y sensaciones de
cuerpo.
“El problema crítico es el
valor de los valores, la valoración de la que procede su valor, o sea, el
problema de su creación.” 13
¿Desde dónde aprecia un valor? ¿Dónde se
sitúa para reunir sus sensa-ciones? En el medio, siempre en el medio.
“La filosofía crítica tiene
dos movimientos inseparables: referir cualquier cosa, cualquier origen de algo
a los valores; pero también referir estos valores a algo que sea como su
origen, y que decida su valor.” 14
kré Todo debe puc te
kré colocarse puk te
pek cabalmente li le
kre según un orden pek ti le
e fulminante. kruk 15
pte
Emergencia, punto de surgimiento. 16
Crear la mueca que
destroce los signos.
Ser ese gesto,
extraviarse en el gesto.
Garabato en metamorfosis.
Irrupción de las fuerzas. 17
Teatro sin lugar (el cuerpo, en el intersticio).
Movimientos de violencia,
Violencia
de movimientos.
El organismo se despliega, los órganos se
desterritorializan.
Cuerpo poblado de manadas que se retuercen.
*
* *
“En el origen, está la
diferencia de las fuerzas activas y reactivas. La acción y la reacción no están
en una relación de sucesión, sino de coexistencia en el mismo origen.”
“Lo negativo se halla del lado
de la reacción; La fuerza activa hace de su diferencia un objeto de goce o
afirmación.”
“La genealogía es el arte de
la diferencia o de la distinción, el arte de la nobleza; pero se ve al revés en
el espejo de las fuerzas reactivas. Su imagen aparece entonces como la de una
“evolución”. Y esta evolución, es entendida a veces a la alemana, como una
evolución dialéctica y hegeliana, como el desarrollo de una contradicción; a
veces a la inglesa, como una derivación utilitaria, como el desarrollo del
beneficio y del interés.”
“Las fuerzas reactivas no se
consideran como fuerzas; prefieren volverse contra sí mismas antes que
considerarse como tales y aceptar la diferencia.” 18
El consciente-que sólo quiere conservar-se-no
acepta el origen múltiple de sus sueños; por lo tanto, se considera a sí mismo
como creado en el vacío. El consciente niega el desborde del proceso del
pensamiento. Niega el proceso. No se deja.
“La consciencia y las
consciencias, simple engrandecimiento de esta imagen reactiva…”
“Las fuerzas reactivas separan
la fuerza activa de lo que ésta puede.”
“Nietzsche no presenta nunca el triunfo de las fuerzas reactivas como la composición de una fuerza superior a la fuerza activa, sino como una sustracción o una división.” 19
El consciente se considera a sí mismo como
punto de partida del inconsciente. En este caso, es la voluntad nihilista quien
triunfa.
*
* *
“No podemos medir las fuerzas
con una unidad abstracta, ni determinar su cantidad y su cualidad respectivas
tomando como criterio el estado real de las fuerzas de un sistema.” 20
“Hay que defender siempre a
los débiles contra los fuertes.” 21
Una
fuerza reactiva destruye desee el resentimiento; una fuerza activa rompe desde
la creación.
La voluntad reactiva, sin dejar de ser
voluntad, es voluntad nihilista, mientras que la voluntad activa es voluntad de
diferencia y goce de la afirmación de esta diferencia. Ambos son voluntad de
crear, aunque en sentidos diferentes.
Una-la reactiva-crea para permanecer (su deseo es ser inalterable), para dominar, ocupar
los sitios del poder; la otra crea para transformarse, para devenir, para
entregarse y abandonarse al proceso (su voluntad es inocente).
“…todo lo que separa una fuerza es reactivo; también es reactivo el
estado de una fuerza separado de lo que ésta puede. Contrariamente, cualquier
fuerza que vaya hasta el final de su poder es activa.” 22
“<Voluntad de verdad> llamáis vosotros, sapientísimos, a lo que os impulsa y os pone ardorosos.
Voluntad de volver pensable
todo lo que existe: ¡así llamo yo a vuestra voluntad!
Ante todo queréis hacer pensable todo lo que existe: pues dudáis, con justificada
desconfianza, de que sea ya pensable.
¡Pero debe amoldarse y plegarse a nosotros! Así lo quiere vuestra voluntad. Debe volverse liso, y someterse al espíritu, como su espejo y su imagen reflejada.
Esa es toda vuestra voluntad,
sapientísimos, una voluntad de poder: y ello aunque habléis del bien y del mal
y de las valoraciones.
Queréis crear el mundo ante el
cual podáis arrodillaros, esa es vuestra última esperanza y vuestra última
ebriedad.
Los no sabios, ciertamente, el pueblo,-son como el río sobre el que avanza flotando una barca: y en la barca se asientan solemnes y embozadas las valoraciones.
Vuestra voluntad y vuestros valores los habéis colocado sobre el río del devenir: lo que es creído por el pueblo como bueno y como malvado me revela a mí una vieja voluntad de poder.
Habéis sido vosotros,
sapientísimos, quienes habéis colocado en esa barca a tales pasajeros y quienes
les habéis dado pompa y orgullosos nombres,-¡Vosotros y vuestra
voluntad dominadora!
Ahora el río lleva vuestra barca, tiene que llevarla. ¡Poco importa que la ola rota eche espuma y que colérica se oponga a la quilla!
No es el río vuestro peligro y el término de vuestro bien y vuestro mal, sapientísimos, sino aquella voluntad misma, la voluntad de poder,-la inexhausta y fecunda voluntad de vida.
Mas para que vosotros
entendáis mi palabra acerca del bien y del mal: voy a deciros todavía mi
palabra acerca de la vida y acerca de la especie de todo lo viviente.
Yo he seguido las huellas de lo vivo, he recorrido los caminos más grandes y los más pequeños, para conocer su especie.
Con centuplicado he captado su
mirada cuando tenía cerrada la boca: para que fuesen sus ojos los que me
hablasen. Y sus ojos me han hablado.
Pero en todo lugar en que
encontré seres vivientes oí hablar también de obediencia. Todo ser viviente es
un ser obediente.
Y esto es lo segundo: se le dan órdenes al que no sabe obedecerse a sí mismo. Así es la especie de los vivientes. Pero esto es lo tercero que oí: mandar es más difícil que obedecer. Y no sólo porque el que manda lleva el peso de todos los que obedecen, y ese peso fácilmente lo aplasta:-
Un ensayo y un riesgo advertí
en todo mandar; y siempre que el ser vivo manda se arriesga a sí mismo al hacerlo.
Más aún, también cuando se
manda a sí mismo tiene que expiar su mandar. Tiene que ser juez y vengador y
víctima de su propia ley.
¡Cómo ocurre esto! me
preguntaba. ¿Qué es li que induce a lo viviente a obedecer y mandar y a ejercer
obediencia incluso cuando manda?
¡Escuchad, pues, mi palabra,
sapientísimos! ¡Examinad seriamente si yo me he deslizado hasta el corazón de
la vida y hasta las raíces de su corazón!
En todos los lugares donde
encontré seres vivos encontré voluntad de poder; e incluso en la voluntad del
que sirve encontré la voluntad de ser señor.
A que sirva al más fuerte, a eso persuádele al más débil su voluntad, la cual quiere ser dueña de lo que es más débil todavía: a ese solo placer no le gusta renunciar.
Y así como lo más pequeño se entrega a lo más grande para disfrutar de placer y poder sobre lo mínimo: así también lo máximo se entrega, y por amor al poder-expone la vida.
Esta es la entrega de lo
máximo, el ser temeridad y peligro y un juego de dados con la muerte.
Y donde hay inmolación y
servicios y miradas de amor: allí hay también voluntad de ser señor. Por
caminos tortuosos se desliza lo más débil hasta el castillo y hasta el corazón
del más poderoso-y le roba poder.
Y este misterio me ha confiado
la vida misma. <Mira, dijo, yo soy lo que tiene que superarse siempre a sí mismo.
En verdad, vosotros llamáis a
esto voluntad de engendrar o instinto de finalidad, de algo más alto, más
lejano, más vario: pero todo esto es una única
cosa y un único misterio.
Prefiero hundirme en mi ocaso
y renunciar a esa única cosa; y, en verdad, donde hay ocaso y caer
de hojas, mira, allí la vida se inmola a sí misma-¡por el poder!
Pues yo tengo que ser lucha y devenir y finalidad y contradicción de las finalidades: ¡ay, quien adivina mi voluntad, ése adivina sin dudas también por qué caminos torcidos tengo que caminar yo!
Sea cual sea lo que yo crea, y
el modo como lo ame, pronto tengo que ser el adversario de ello y de mi amor:
así lo quiere mi voluntad.
Y también tú, hombre del conocimiento, eras tan sólo un sendero y una huella de mi voluntad: ¡en verdad, mi voluntad de poder camina también con los pies de tu voluntad de verdad!
No ha dado ciertamente en el
blanco de la verdad quien disparó hacia ella la frase de la ‘voluntad de existir’: ¡esa voluntad-no existe!
Pues lo que no es no puede
querer; mas lo que está en la existencia, ¡cómo podría seguir queriendo la
existencia!
Pero una violencia más fuerte surge de
vuestros valores, y una nueva superación: al chocar con ella se rompen el huevo
y la cáscara.
Y quien tiene que ser un creador en el bien y en el mal: en
verdad, ése tiene que ser antes un aniquilador y quebrantador de valores.
Por eso el mal sumo forma parte de la bondad suma: mas ésta es
la bondad creadora.-
Hablemos de esto, sapientísimos, aunque sea desagradable. Callar
es peor; todas las verdades silenciadas se vuelven venenosas.
¡Y que caiga hecho pedazos lo que en nuestras verdades-pueda
caer hecho pedazos! ¡Hay muchas cosas que construir todavía!
Así habló Zaratustra.” 23
Si una fuerza va hasta el final, es que no es una ley, es
incluso lo contrario a una ley 24 … Calicles vuelve a
empezar: las fuerzas no deben compararse en abstracto; la fuerza concreta,
desde el punto de vista de la naturaleza, es la que va hasta las últimas
consecuencias, hasta el límite del poder o del deseo,” 25
*
* *
Los librepensadores representan el positivismo moderno:
“A partir del momento en que algo aparece como una fuerza
humana o como un hecho humano, el librepensador aplaude, sin preguntarse si esa
fuerza no es de baja extracción, y ese hecho todo lo contrario de un hecho
noble: ‘Humano, demasiado humano’… No tiene en cuenta las cualidades de las
fuerzas; el librepensamiento está al servicio de las fuerzas reactivas y
traduce su triunfo.” 26
El librepensamiento desea, de una manera no muy oculta, la
igualdad. Representa al hombre como modelo.
“Yo conozco todo esto tal vez desde
demasiado cerca: aquella loable continencia de filósofos a la que tal fe
obliga, aquel estoicismo del intelecto que acaba por prohibirse tan
rigurosamente el no como el sí, aquel querer-detenerse ante lo real, ante el factum brutum, aquel
fatalismo de los petits faits (ce petit fatalisme como yo
lo llamo) en el cual la ciencia francesa busca ahora una especie de primacía
moral sobre la ciencia alemana, aquel renunciar del todo a la interpretación
(al violentar, reajustar, recortar, omitir, rellenar, imaginar, falsear y a
todo lo demás que pertenece a la esencia del interpretar)
-esto es, hablando a grandes rasgos, expresión tanto de un ascetismo de la
virtud como de una negación de la sensualidad (en el fondo, es sólo un modus de esa negación).” 27
“… nosotros somos algo distinto de los libres-penseurs, liberi
pensatori, Freidenker, o como les guste denominarse a todos esos bravos
defensores de las ‘ideas modernas’. Hemos tenido nuestra casa, o al menos
nuestra hospedería en muchos países del espíritu; hemos escapado una y otra vez
a los enmohecidos y agradables rincones en que el amor y el odio preconcebidos,
la juventud, la ascendencia, el azar de hombres y libros, e incluso las fatigas
de la peregrinación parecían confinarnos; estamos llenos de malicia frente a
los halagos de la dependencia que yacen escondidos en los honores, o en el
dinero, o en los cargos, o en los arrebatos de los sentidos; incluso estamos
agradecidos a la necesidad y a la variable enfermedad, porque siempre nos
desasieron de una regla cualquiera y de su prejuicio, agradecidos a Dios, al
demonio, a la oveja y gusano que hay en nosotros, curiosos hasta el vicio,
investigadores hasta la crueldad, dotados de dedos sin escrúpulos para asir lo
inasible, de dientes y estómago para digerir lo indigerible, dispuestos a yodo
oficio que exija perspicacia y sentidos agudos, prontos a una osadía, gracias a
una sobreabundancia de ‘voluntad libre’, dotados de pre-almas y post-almas, en
cuyas intenciones últimas no le es fácil penetrar a nadie con su mirada,
cargados de pre-razones y post-razones que a ningún pie le es lícito recorrer
hasta el final, ocultos bajo los mantos de la luz, conquistadores, aunque
perezcamos herederos y derrochadores, clasificadores y coleccionadores desde la
mañana a la tarde, avaros de nuestras riquezas y de nuestros cajones completamente
llenos, parcos en el aprender y olvidar, hábiles en inventar esquemas,
orgullosos a veces de tablas de categoría, a veces pedantes, a veces búfalos
del trabajo, incluso en pleno día; más aún, si es necesario, incluso
espantapájaros, -y hoy es necesario: a saber, en la medida en que nosotros somos los
amigos natos, jurados y celosos de la soledad, de nuestra propia soledad, la
más honda, la más de media noche, la más de medio día: -¡esa
especie de hombres somos nosotros, nosotros los espíritus libres!, ¿y tal vez vosotros sois también algo de
eso, vosotros los que estáis viniendo?,
¿vosotros los nuevos filósofos?-” 28
"Voluntad de poder:
elemento diferencial, elemento genealógico que determina la relación de la
fuerza con la fuerza y que produce la cualidad de la fuerza [ ] La voluntad de
poder debe manifestarse en la fuerza como tal"
"La relación de las
fuerzas se determina siempre que una fuerza sea afectada por otras, inferiores
o superiores . La voluntad de poder se manifiesta como un poder de ser
afectado. Este poder se cumple y se efectúa necesariamente en cada instante por
las restantes fuerzas con las que la primera está relacionada"
"Doble aspecto de la
voluntad de poder: determina la relación de las fuerzas entre sí, desde el
punto de vista de su génesis o de su producción; pero a su vez es determinada
por las fuerzas en relación, desde el punto de vista de su manifestación." 29
Voluntad de poder es voluntad de
metamorfosis, de caos.
"Para Nietzsche el poder
de ser afectado no significa necesariamente pasividad, sino afectividad,
sensibilidad, sensación."
"Nietzsche repite siempre
que la voluntad de poder es la 'primitiva forma afectiva' de la que derivan los
restantes sentimientos. O mejor aún: 'La voluntad de poder no es ni un ser ni
un devenir, es un pathos'. Es decir, la voluntad de poder se manifiesta como la
sensibilidad de la fuerza."
"Una fuerza inferior
puede provocar la disgregación de fuerzas superiores, su escisión, la explosión
de la energía que tenían acumulada; en esos casos, Nietzsche se complace en
relacionar los fenómenos de la disgregación del átomo, de la escisión del
protoplasma y de la reproducción del ser vivo."
"No sólo disgregar,
escindir, separar expresan siempre la voluntad de poder, sino también ser
disgregado, escindido, separado."
"Pero este poder de ser afectado no se ejerce sin que la propia
fuerza correspondiente no entre en una historia o en un devenir sensible: 1°
fuerza activa, poder de activar o de mandar; 2° fuerza reactiva, poder de
obedecer o ser activado; 3° fuerza reactiva desarrollada, poder de escindir, de
dividir, de separar; 4° fuerza activa convertida en reactiva, poder de ser
separado, de volverse contra sí mismo."
"Toda la sensibilidad no es más que un devenir de las
fuerzas."
"La voluntad de poder se
manifiesta, en primer lugar, como sensibilidad de las fuerzas; y en segundo
lugar, como devenir sensible de las fuerzas: el pathos es el hecho más
fundamental del que resulta un devenir." 30
Decimos que una fuerza se apropia de un
objeto, pero “el propio objeto ya es fuerza, expresión de una fuerza.” 31
Una fuerza sólo se apodera, actúa sobre
otra fuerza. Afección de las fuerzas.
Este es el juego de la diferencia,
diferencia de fuerzas en el origen. La fuerza es plural, es fuerza en relación
con otras fuerzas. Una fuerza necesita otra fuerza-objeto en la cual irrumpir
para manifestarse: puede devenir temperatura, color, materia.
¿Qué sucedería con una fuerza en el vacío
(fuerza dialéctica)? Se extinguiría sobre sí misma, fuerza fachista, galaxia en
contracción, contracción muscular isomórfica, Yo.
En el origen, la elipse más que el círculo
(no el núcleo del átomo, sino las órbitas).
*
* *
“El ser de la fuerza es el plural; sería completamente absurdo
pensar la fuerza en singular. Una fuerza es dominación, pero también objeto
sobre el que se ejerce una dominación. Una pluralidad de fuerzas actuando y
sufriendo a distancia, siendo la distancia el elemento diferencial comprendido
en cada fuerza y gracias al cual cada una se relaciona con las demás: éste es el principio de la filosofía de la
naturaleza en Nietzsche. La crítica del atomismo debe entenderse a partir de
este principio; consiste en mostrar que el atomismo es un intento de prestar a
la materia una pluralidad y una distancia esenciales que, de hecho, sólo
pertenecen a la fuerza. Únicamente la fuerza tiene por ser el relacionarse con
otra fuerza.
[…] el concepto de fuerza es pues, en Nietzsche, el de una fuerza relacionada con otra fuerza: bajo este aspecto, la fuerza se llama una voluntad. La voluntad (voluntad de poder) es el elemento diferencial de la fuerza. De ello resulta una nueva definición de la filosofía de la voluntad; ya que la voluntad no se ejerce misteriosamente sobre músculos o sobre nervios, y menos aún sobre una materia en general, sino que, necesariamente, se ejerce sobre otra voluntad. “ 32
*
* *
"Las fuerzas activas
devienen reactivas. El devenir de las fuerzas aparece como un
devenir-reactivo."
"La fuerza activa se
convierte en reactiva no porque triunfen las fuerzas reactivas; al contrario,
las fuerzas reactivas triunfan porque, al separar la fuerza activa de lo que
ésta puede, la abandonan a la voluntad de la nada como a un devenir-reactivo
más profundo que ellas mismas." 33
El consciente sólo puede contemplar un devenir-reactivo (él mismo es reactivo) ¿Es el inconsciente capaz de presentarnos un devenir-activo de lo reactivo?
"Pero haría falta otra
sensibilidad, otra forma de sentir. Otra sensibilidad, otro devenir,
¿pertenecerían aún al hombre?" 34
Una fuerza reactiva deviene activa si va al
final de lo que puede, superándose a sí misma. Ese es el sentido del
superhombre. Esa otra sensibilidad nace con Zaratustra. Sólo así podría sentir
el goce del eterno retorno y afirmarlo (En caso contrario éste se convertiría
en "objeto de angustia, repulsión o de hastío: el eterno retorno de las
fuerzas reactivas, aún más: el eterno retorno del devenir-reactivo de las
fuerzas" 35)
*
* *
"Las fuerzas reactivas
sólo triunfan yendo hasta el límite de sus consecuencias, o sea formando una
fuerza activa (Si la fuerza activa, al ser separada, se convierte en reactiva,
la fuerza reactiva, inversamente, ¿no se convertirá en activa, al separar?.
Esta fuerza reactiva, a su manera, ¿no va hasta el límite de lo que
puede?)"
"Nietzsche confiesa que
todas las fuerzas de las que denuncia el carácter reactivo lo fascinan, que son
sublimes por el punto de vista que nos abren y por la inquietante voluntad de
poder de la que dan fe [ ] Nos aportan nuevas afecciones, nos enseñan nuevas
formas de ser afectado."
"Las fuerzas reactivas
cambian de matiz según desarrollan más o menos su grado de afinidad con la
voluntad nihilista."
"Juzgar a la afirmación
desde el punto de vista de la negación, y a la negación desde el punto de vista
de la afirmación; juzgar a la voluntad afirmativa desde el punto de vista de la
voluntad nihilista, y la voluntad nihilista desde el punto de vista de la
voluntad afirmativa: éste es el arte del genealogista, y el genealogista es
médico."
"Para que una fuerza
reactiva se convierta en activa, no es suficiente con que vaya al final de lo
que puede, tiene que hacer de lo que puede un objeto de afirmación. El
devenir-activo es afirmador y afirmativo, del mismo modo que el
devenir-reactivo es negador y nihilista." 36
y el exilio de la verdad
El conocimiento se crea en
sólo un minuto.
"En algún apartado lugar
del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo
una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento.
Fue el minuto más altanero y falaz de la 'Historia universal': pero, al fin de
cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza el astro se
heló y los animales inteligentes hubieron de perecer." 37
El conocimiento se creas en un
instante. Un astro que desea
conservarse crea el conocimiento, y se congela.
El consciente en sí no
deviene: su voluntad es conservarse, separarse del resto y conservar su esencia
en particular, su "en sí". El consciente conoce en un instante fugaz,
en la vigilia. Extrae un resto del proceso en curso y se aferra a él para
perpetuarse. Pero este instante, este resto, es sólo una "metáfora" a
través de la cual mira la naturaleza y la interpreta.
El consciente existe en el
intelecto, como el inconsciente se afirma en la intuición. Éste "sólo ha
sido añadido precisamente como un recurso de los seres más infelices, delicados
y efímeros, para conservarlos un minuto en la existencia" 38. Es
una "niebla cegadora colocada sobre los ojos y los sentidos de los
hombres." 39
"El intelecto es el medio de conservación del individuo" 40, en
cuanto es acción del consciente.
La conciencia sólo puede
sentir aquello que la naturaleza le ha permitido, aquello que ésta le muestra
(sólo conoce cinco sentidos).
La consciencia no se afirma en
su diferencia, no parte de ésta, sino que sólo sabe de esencias, de "cosas
en sí"; actúa por medio de la polaridad. El consciente es reactivo (el
individuo se quiere mantener frente a otros individuos). Su voluntad de verdad
actúa a tal fin y a manera de "tratado de paz" 41 surge
el lenguaje. Éste surge de la "voluntad de hacer pensable todo lo que
existe" 42" para hacer aparecer lo irreal como real". 43
"Una palabra es la
reproducción en sonidos de un impulso nervioso" 44
Pura exterioridad desplegada 45
El lenguaje traduce,
interpreta, es metáfora.
El consciente es representación, “abandono
de manera arbitraria de las diferencias individuales, del olvido de las notas
distintivas” 46.
La palabra es una “qualitas occulta” que
pretende igualar acontecimientos diferentes bajo una misma forma; niega la X.
Generaliza. Es el residuo de una metáfora (la palabra como concepto).
El conocimiento es abstracto en cuanto
separa lo indivisible para extraes su esencia, y excluye el sujeto (opera en la
división de objeto y sujeto), se aleja de las sensaciones, las intuiciones.
El inconsciente es indivisible e
inclasificable, el consciente traza rígidas líneas matemáticas para regular,
clasificar, legislar 47.
Cuadricular el río del devenir, tal es la
tarea del consciente. Construye un mausoleo donde enterrar las sensaciones,
para poder ubicarlas en estructura.
“Metamorfosea el mundo en los
hombres”
“Considera el mundo como el
eco infinitamente repetido de un sonido original, el hombre.” 48
“La naturaleza es una creación altamente
subjetiva” 49 en cuanto que deviene.
Una ley de la naturaleza “no nos es
conocida en sí, sino solamente por sus efectos” 50.
La ley de la naturaleza es una creación consciente, es sólo una superficie, una forma de la naturaleza.
El consciente sólo conoce de la naturaleza
“lo que él aporta”: “el tiempo, el espacio, por tanto las relaciones de
sucesión y los números” 51.
“Sólo por la sólida
persistencia de esas formas primigenias resulta posible explicar el que más
tarde haya podido construirse sobre las metáforas mismas el edificio de los
conceptos.” 52
El consciente, por ende, se basa en el
“rigor matemático y en la inviolabilidad de las representaciones del espacio y
del tiempo” 53. En su conocer e interpretar, éstas son sus herramientas: “espacio,
tiempo y número” son las formas que es capaz de extraer de la naturaleza.
*
* *
Para hablar del superhombre es necesario
partir de la muerte de Dios. Feuerbach (1804-1872) ya había pensado esta
muerte, sólo que dialécticamente. Es decir, piensa a Dios como ser externo al
hombre, de modo que en su muerte se logra recuperar una esencia-hombre
anteriormente alienada por la divinidad (La esencia de los dioses no es nada
más que la esencia del deseo humano). En cambio, para el pensamiento
nietzscheano, pluralista, Dios muere coco imagen y argumento, dejando al hombre
extraviado y, según Deleuze, “incluyendo ya la muerte del hombre”.
Si Dios ha muerto, y con él el hombre,
¿cómo es que este último sigue en pie? Su logro está en la conservación y la
reconciliación. Evita el juego de la creación.
“Cambio de los valores es cambio de los creadores.” 54
Se aleja de la historia, impidiendo la
continuación del proceso.
“Hacia arriba vuela nuestro
sentido; de este modo es un símbolo de nuestro cuerpo, símbolo de una
elevación… Así atraviesa el cuerpo la historia, como algo que deviene y lucha.”
55
El hombre apela a la memoria, no quiere
olvidar, huye a la caída. Hace renacer una y otra vez a su dios para no verse
matamorfoseado.
“¡No supieron amar a su Dios de otro modo que clavando al hombre en la
cruz! Como cadáveres pensaron vivir…” 56
La llegada del superhombre es un cambio de
perspectiva, es una nueva forma de valoración. Es el surgimiento de una fuerza.
Sigue a la caída.
“Yo amo a todos aquellos que
son como gotas pesadas que caen una a una de la oscura nube suspendida sobre el
hombre: ellos anuncian que el rayo viene, y perecen como anunciadores.” 57
El superhombre como martillo es cuerpo en
devenir.
Si el superhombre es la transvaloración del
hombre, sólo podremos hablar de pensamiento de superhombre como concepto
desbordante. Este es un pensamiento victorioso, fulminante, de allí el
desborde.
Zaratustra advierte sobre los pensamientos
mezquinos:
“…el pensamiento mezquino es
igual que el hongo: se arrastra y se agacha y no quiere estar en ninguna parte-hasta que el cuerpo entero queda podrido y mustio por los pequeños
hongos.” 58
El superhombre es un vientre fresco,
renovador. No es un concepto cognoscible; no podemos comprenderlo desde una
mirada humana. No entra en el todo de la relación de fuerzas humanas. Es
necesaria la emergencia de una nueva fuerza de interpretación, desconocida.
El superhombre es el cuerpo del poeta 59.
“El arte realiza todo este
programa: el poder más alto de lo falso, la afirmación dionisíaca o el genio de
lo sobrehumano” 60.
“Nosotros sabemos demasiado
poco y aprendemos mal: por ello tenemos que mentir… ¿Y quién de nosotros los
poetas no ha adulterado su propio vino? Más de una venenosa mixtura ha sido
fabricada en nuestras bodegas, y más de una cosa indescriptible se ha hecho en
ellas… existen demasiadas cosas entre el cielo y la tierra con las cuales sólo
los poetas se han permitido soñar. Y, sobre todo, por encima del cielo: ¡pues
todos los dioses son símbolos de poetas! … somos arrastrados hacia lo alto-es decir, hacia el reino de las nubes: sobre éstas plantamos nuestros
multicolores peleles y los llamamos dioses y superhombres” 61.
El poeta, en tanto que humano, es el único
con ojos para el superhombre.
El poeta lima los bordes de la verdad, lee
en palimpsesto. Es el hombre que desea retornar, y que muere en cada palabra.
El poeta huye de la ley, abriendo así múltiples perspectivas desde las que
espía al superhombre.
Morir así,
como un día vi morir
al amigo, que con rayos y
miradas divinas
iluminó mi obscura juventud:
-valiente y profundo,
bailarín incluso en la
matanza-,
el más risueño entre los guerreros,
el más grave entre los vencedores,
forjando un destino sobre su destino,
fuerte, meditabundo, circunspecto-:
estremeciéndose porque vencía,
jubiloso porque al morir vencía-:
dando órdenes mientras moría,
-órdenes de aniquilar…
Morir así,
como un día le vi morir:
venciendo, aniquilando… 62
Superhombre es obra, y el artista muere en
ella. Es el eterno retorno del artista.
Estudiantes
de 4° año de la carrera de Medicina. Rosario 1998
Notas
1.
Nietzsche, Friedrich, Poemas, 6° ed.,
Madrid, Ediciones Hiperión, 1994, pág. 45, "Hacia nuevos mares"
2.
Foucault, Michel, Microfísica del poder,
("Genealogía del poder 1"), 2° ed., Madrid, Las ediciones de La
Piqueta, 1979, pág. 11
3. Op. cit., pág. 10, "... el comienzo histórico es bajo, no en el
sentido de modesto o de discreto como el paso de la paloma, sino irrisorio,
irónico, propicio a deshacer todas las fatuidades."
4.
Nietzsche, Friedrich, La voluntad de
poderío- Ensayo de una transmutación de todos los valores, 1° ed., Madrid,
Editorial EDAF, 1981, pág. 552, pp. 1057
5. Op.
cit., pág. 529, pp. 1004, "... ¡la
mentira, y no la verdad, es lo divino!"
6. Cotran, Kumar, Robbins,
Patología estructural y funcional, 4º ed., Madrid
7.
Nietzsche, Friedrich, op. cit., pág. 551, pp. 1055, "Si el mundo tuviese un fin, este fin se habría ya logrado. Si hubiese
algún estado final no previsto, también debería de haberse realizado [...] El
hecho de que el espíritu sea devenir demuestra que el mundo carece de meta, de
estado final y que es incapaz de ser."
8. Op.
cit., pág. 529, pp. 1005
9.
Foucault, Michel, op. cit., pág. 12, ""La
historia, con sus intensidades, sus debilidades, sus furores secretos, sus
grandes agitaciones febriles y sus síncopes, es el cuerpo mismo del devenir."
10. Foucault, Michel, op. cit., pág. 13,
"... muestra la heterogeneidad de
aquello que se mostraba conforme a sí mismo"
11. Deleuze, Gilles, Nietzsche y la filosofía,
("Argumentos"), 4° ed., Barcelona, Editorial Anagrama, 1994, págs.
12-13
12. Op. cit., págs. 7-8
13. Op. cit., pág. 8
14. Ibídem
15. Artaud, Antonin, Van Gogh, el suicidado de la sociedad. Para acabar de una vez con el
juicio de Dios, 3° ed., Madrid, Editorial Fundamentos, 1983, pág. 67
16. Foucault, op. cit., págs. 15-18, "Entstehung designa más bien la emergencia, el punto de surgimiento. Es
el principio y la ley singular de una aparición [...] La emergencia se produce
siempre en un determinado estado de fuerzas [...] La emergencia es pues, la
entrada en escena de las fuerzas, es su irrupción, el movimiento de golpe por
el que saltan de las bambalinas al teatro, cada una con el vigor y juventud que
le es propia."
17. Magritte, Rene, “La gran Familia”, 1963,
Oleo sobre lienzo, 100 x 81 cm.,
colección particular
18. Deleuze, Gilles, op. cit., págs. 81-82
19. Op. cit., pág. 83
20. Op. cit., pág. 84
21. Nietzsche, Friedrich, op. cit., pág. 395
22. Deleuze, Gilles, op. cit., pág. 85, "Calicles llama ley a todo lo que separa una
fuerza de lo que ésta puede; la ley, en este sentido, expresa el triunfo de los
débiles sobre los fuertes."
23. Nietzsche, Friedrich, Así habló Zaratustra, ("Alianza Bolsillo"), 1° ed.,
Buenos Aires, Alianza Editorial, 1990, pág. 169, "De la superación de sí
mismo."
24. Prigogine, Ilya, "La espiral del
tiempo", Radar, 3 de noviembre
de 1996, págs. 8-10
25. Deleuze, Gilles, op. cit., pág. 86
26. Op. cit., págs. 87-88
27. Nietzsche, Friedrich, La genealogía de la moral- Un escrito polémico, ("El libro de
bolsillo"), 18° ed., Madrid, Alianza editorial, 1995, pág. 173
28. Nietzsche, Friedrich, Más allá del bien y del mal- Preludio de una filosofía del futuro,
("Alianza bolsillo"), 2° ed., Buenos Aires, Alianza Editorial, 1993,
págs. 69-70, pp. 44
29. Deleuze, Gilles, op. cit., pág. 90
30. Op. cit., págs. 91-92
31. Op. cit., pág. 14
32. Ibídem
33. Op. cit., pág. 93
34. Op. cit., pág. 94
35. Ibídem
36. Op. cit., págs. 96-98
37. Nietzsche, Friedrich, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, ("Cuadernos de
filosofía y ensayo"), 2° ed., Madrid, Editorial Tecnos, 1994, pág. 17
38. Op. cit., pág. 18
39. Ibídem
40. Ibídem
41. Op. cit., pág. 20
42. Nietzsche, Friedrich, Así habló Zaratustra, ("Alianza Bolsillo"), 1° ed.,
Buenos Aires, Alianza Editorial, 1990, pág. 169, "De la superación de sí
mismo"
43. Nietzsche, Friedrich, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, ("Cuadernos de
filosofía y ensayo"), 2° ed., Madrid, Editorial Tecnos, 1994, pág. 20
44. OP. cit., pág. 21
45. Foucault, Michel, El pensamiento del Afuera, 2° ed., Valencia, Pre-Textos, 1989, pág.
11
46. Nietzsche, Friedrich, op. cit., pág. 24,
"... con lo cual se suscita entonces
la representación, como si en la naturaleza hubiese algo separado de las hojas
que fuera la "hoja", una especie de arquetipo primigenio a partir del
cual todas las hojas habrían sido tejidas, diseñadas, calibradas, coloreadas,
onduladas, pintadas, pero por manos tan torpes que ningún ejemplar resultase
ser correcto y fidedigno como copia fiel del arquetipo."
47. Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, Mil Mesetas, 2° ed, Valencia, Pre-Textos,
1994, págs. 483-509, "Lo liso y lo estriado"
48. Nietzsche, Friedrich, op. cit., pág. 28
49. Op. cit., pág. 31
50. Nietzsche, Friedrich, La Voluntad de poderío- Ensayo de una transmutación de todos los
valores, 1° ed., Madrid, Editorial EDAF, 1981, págs. 274-276, pp. 473-474.
Los estados de placer y dolor "son fenómenos secundarios, con una
finalidad completamente distinta de la de provocar reacciones: son efectos que
se integran en el proceso de reacción en curso [...] Todo lo que resulta consciente
es un fenómeno final, una conclusión que no produce ningún efecto..." Ver
también Nietzsche, Friedrich, Crepúsculo
de los ídolos- o cómo se filosofa con el martillo, ("El libro de
bolsillo"), 13° ed., Madrid, Alianza Editorial, 1994, págs. 61-66,
"Los cuatro grandes errores"
51. Nietzsche, Friedrich, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, ("Cuadernos de
filosofía y ensayo"), 2° ed., Madrid, Editorial Tecnos, 1994, pág. 32
52. Op. cit., págs. 32-33
53. Ibídem
54. Nietzsche, Friedrich, Así habló Zaratustra, ("Alianza Bolsillo"), 1° ed.,
Buenos Aires, Alianza Editorial, 1990, pág. 96, "De las mil metas y de la
única meta", "Valorar es crear,
¡oídlo creadores! El valorar mismo es el tesoro y la joya de todas las cosas
valoradas. Sólo por el valorar existe el valor: y sin el valorar la nuez de la
existencia estaría vacía [...] Siempre aniquila el que tiene que ser un creador."
55. OP. cit., pág. 119, "De la virtud que
hace regalos", "Así atraviesa
el cuerpo la historia, como algo que deviene y lucha."
56. Op. cit., pág. 140, "De los
sacerdotes"
57. Op. cit., pág. 38, "Prólogo de
Zaratustra", "Mirad, yo soy un
anunciador del rayo, y una pesada gota que cae de la nube: mas ese rayo se
llama superhombre."
58. Op. cit., pág. 137, "De los
compasivos", "A quien, sin
embargo, está poseído por el diablo, yo le digo al oído esta frase: "¡Es
mejor que cebes a tu diablo! ¡También para ti sigue habiendo un camino de
grandeza!"
59. Villegas, May, Kafka y el exilio de la verdad, 1995
60. Deleuze, Gilles, Nietzsche y la filosofía, ("Argumentos"), 4° ed.,
Barcelona, Editorial Anagrama, 1994, Pág. 259, "Afirmar en todo su poder, afirmar a la propia afirmación es lo que
supera las fuerzas del hombre."
61. Nietzsche, Friedrich, op. cit., pág. 188,
"De los poetas"
62. Nietzsche, Friedrich, Ditirambos Dionisíacos, 1° ed., Buenos Aires, Los libros de Orfeo,
1994, pág. 20