Nietzsche

y el perspectivismo

 

Estudiantes de 4° año de la carrera de Medicina. Rosario 1998

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nietzsche y el perspectivismo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El cuerpo y la genealogía                                                  3

 

La voluntad de poder y el sentimiento de poder           15

 

El superhombre y el exilio de la verdad                        20

 

Notas                                                                                 26

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El cuerpo

y la genealogía

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Allí quiero ir; aún confío

en mi aptitud y en mí.

En torno, el mar abierto, por el azul

navega mi barca genovesa.

 

Todo resplandece nuevo y renovado,

dormita en el espacio y el tiempo el mediodía.

Sólo tu ojo-desmesurado

me contempla ¡oh Eternidad! 1

 

 

 

 

 

   En la filosofía antisustancialista sólo hay formas extrañas. Despliegues.

 

 

 

   “Hacer la genealogía de los valores, de la moral, del ascetismo, del conocimiento, no será por tanto partir a la búsqueda de su “origen”, minusvalorando como inaccesibles todos los episodios de la historia; será por el contrario ocuparse en las meticulosidades y en los azares de los comienzos; prestar una escrupulosa atención a su derrisoria malevolencia; prestarse a verlas surgir quitadas las máscaras, con el rostro del otro; no tener pudor para  ir a buscarlas allí donde están- “revolviendo los bajos fondos”-, dejarles el tiempo para remontar el laberinto en el que ninguna verdad nunca jamás las ha mantenido bajo su protección.” 2

 

 

 

   El disparate, y no la identidad en el origen propia de los metafísicos o sabios academicistas.

 

 

 

   “Lo que se encuentra al comienzo histórico de las cosas, no es la identidad aún preservada de su origen-es la discordia de las otras cosas, es el disparate.”

   “El hombre comenzó por la mueca de lo que llegaría a ser; Zaratustra mismo tendrá su simio que saltará a su espalda y tirará de su vestido.” 3

 

 

 

   Parte del garabato. Partir del océano.

   Un ave se eleva desde el abismo. Es el cielo mismo que expresa su instante, su eternidad.

 

   Fuerzas que entran en resonancia:

 

 

 

   “En Un determinado momento de la fuerza se da la condición absoluta de un nuevo reparto de todas las fuerzas que la componen: nunca puede fijarse. El ‘cambio’ forma parte de su esencia; por consiguiente, también su carácter temporal.” 4

 

 

 

   Devenir ave del cielo, devenir cielo del ave.

                          Simulacro.

 

 

 

   “Si, en general, hay algo que adorar, es la apariencia la que debe ser adorada.” 5

 

 

 

   Imagen que deviene, que fluye como el sonido. ¿Qué es el sonido sino el devenir agua del aire?

 

   En un instante, la sangre dentro de los vasos puede coagular, y luego, por una nueva combinación, disolverse. 6

   El problema es el de la cristalización:

 

 

 

   “Si el mundo fuese, en general, capaz de persistir y de cristalizar, de ‘ser’; si, en todo su devenir tuviese sólo por un momento esta capacidad de ‘ser’, hace ya mucho tiempo que hubiera terminado todo devenir.” 7

 

 

 

   Sobre el cielo oscuro, el movimiento de las fuerzas.

 

 

   “En todo movimiento debe distinguirse: 1) la parte de cansancio implícita en un movimiento anterior (saciedad de éste, malignidad de los débiles contra el mismo, enfermedad)  2) en parte es una fuerza que se ha despertado, después de vivir aletargada durante mucho tiempo, gozosa, petulante, violenta, es salud.” 8

 

 

 

 

   En pleno mediodía, asiste al nacimiento del error. Es el testimonio de invasiones, luchas, infecciones en el desierto. Ve a la historia como el “cuerpo mismo del devenir” 9. Ora es la historia la que deviene, ora es el devenir el que hace historia.

   La genealogía es la semiología de la historia. Como tal, el genealogista con el látigo y el martillo “remueve aquello que se percibía inmóvil, fragmenta lo que se pensaba unido” 10, detecta el error allí donde nace.

   Su sitio es la articulación del cuerpo y la historia, una articulación que emite chirridos.

 

 

 

 

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   Introducir los conceptos de sentido y valor en una filosofía crítica es derribar los valores y sentidos en tanto que principios, es darles nuevos puntos de vista. Interpretar. Es entregarse al eterno juego de la tirada de dados.

 

 

 

   “Interpretar, e incluso valorar, es pesar.”

   “Observamos que el arte de interpretar debe ser también un arte de atravesar las máscaras, y de descubrir qué es lo que se enmascara y por qué, y con qué objeto se conserva una máscara remodelándola.” 11

 

 

 

   El concepto de valor no lleva a un conformismo, sino que plantea una constante creación.

 

 

 

   “Una valoración supone valores a partir de los cuales ésta aprecia los fenómenos. Pero, por otra parte y con mayor profundidad, son los valores los que suponen valoraciones, ‘puntos de vista de apreciación’, de los que deriva su valor intrínseco.” 12

 

 

 

   Un gran cuerpo danzante que experimenta a través de sus órganos de los sentidos (siempre que sepamos que éstos son innumerables y dejemos que un día la vista se nuble, los olores entren por las orejas, el hambre se siente en la piel. Cuerpo de sensaciones y sensaciones de cuerpo.

 

 

 

   “El problema crítico es el valor de los valores, la valoración de la que procede su valor, o sea, el problema de su creación.” 13

 

 

  ¿Desde dónde aprecia un valor? ¿Dónde se sitúa para reunir sus sensa-ciones? En el medio, siempre en el medio.

 

 

 

   “La filosofía crítica tiene dos movimientos inseparables: referir cualquier cosa, cualquier origen de algo a los valores; pero también referir estos valores a algo que sea como su origen, y que decida su valor.” 14

 

 

 

 

kré                                        Todo debe                                  puc te

kré                                        colocarse                                   puk te

pek                                       cabalmente                                 li le

kre                                        según un orden                          pek ti le

e                                           fulminante.                                kruk 15

pte

 

 

 

 

   Emergencia, punto de surgimiento. 16

                            Crear la mueca que destroce los signos.

                                               Ser ese gesto, extraviarse en el gesto.

 

   Garabato en metamorfosis.

   Irrupción de las fuerzas. 17

 

   Teatro sin lugar (el cuerpo, en el intersticio).

 

   Movimientos de violencia,

                                    Violencia de movimientos.

 

   El organismo se despliega, los órganos se desterritorializan.

 

   Cuerpo poblado de manadas que se retuercen.

 

 

 

 

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   “En el origen, está la diferencia de las fuerzas activas y reactivas. La acción y la reacción no están en una relación de sucesión, sino de coexistencia en el mismo origen.”

   “Lo negativo se halla del lado de la reacción; La fuerza activa hace de su diferencia un objeto de goce o afirmación.”

   “La genealogía es el arte de la diferencia o de la distinción, el arte de la nobleza; pero se ve al revés en el espejo de las fuerzas reactivas. Su imagen aparece entonces como la de una “evolución”. Y esta evolución, es entendida a veces a la alemana, como una evolución dialéctica y hegeliana, como el desarrollo de una contradicción; a veces a la inglesa, como una derivación utilitaria, como el desarrollo del beneficio y del interés.”

   “Las fuerzas reactivas no se consideran como fuerzas; prefieren volverse contra sí mismas antes que considerarse como tales y aceptar la diferencia.” 18

 

 

   El consciente-que sólo quiere conservar-se-no acepta el origen múltiple de sus sueños; por lo tanto, se considera a sí mismo como creado en el vacío. El consciente niega el desborde del proceso del pensamiento. Niega el proceso. No se deja.

 

 

 

   “La consciencia y las consciencias, simple engrandecimiento de esta imagen reactiva…”

   “Las fuerzas reactivas separan la fuerza activa de lo que ésta puede.”

   “Nietzsche no presenta nunca el triunfo de las fuerzas reactivas como la composición de una fuerza superior a la fuerza activa, sino como una sustracción o una división.” 19

 

 

  

   El consciente se considera a sí mismo como punto de partida del inconsciente. En este caso, es la voluntad nihilista quien triunfa.

 

 

 

 

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   “No podemos medir las fuerzas con una unidad abstracta, ni determinar su cantidad y su cualidad respectivas tomando como criterio el estado real de las fuerzas de un sistema.” 20

 

   “Hay que defender siempre a los débiles contra los fuertes.” 21

 

 

 

   Una fuerza reactiva destruye desee el resentimiento; una fuerza activa rompe desde la creación.

 

   La voluntad reactiva, sin dejar de ser voluntad, es voluntad nihilista, mientras que la voluntad activa es voluntad de diferencia y goce de la afirmación de esta diferencia. Ambos son voluntad de crear, aunque en sentidos diferentes.

   Una-la reactiva-crea para permanecer (su deseo es ser inalterable), para dominar, ocupar los sitios del poder; la otra crea para transformarse, para devenir, para entregarse y abandonarse al proceso (su voluntad es inocente).

 

 

 

    “…todo lo que separa una fuerza es reactivo; también es reactivo el estado de una fuerza separado de lo que ésta puede. Contrariamente, cualquier fuerza que vaya hasta el final de su poder es activa.” 22

 

 

 

   “<Voluntad de verdad> llamáis vosotros, sapientísimos, a lo que os impulsa y os pone ardorosos.

   Voluntad de volver pensable todo lo que existe: ¡así llamo yo a vuestra voluntad!

   Ante todo queréis hacer pensable todo lo que existe: pues dudáis, con justificada desconfianza, de que sea ya pensable.

   ¡Pero debe amoldarse y plegarse a nosotros! Así lo quiere vuestra voluntad. Debe volverse liso, y someterse al espíritu, como su espejo y su imagen reflejada.

   Esa es toda vuestra voluntad, sapientísimos, una voluntad de poder: y ello aunque habléis del bien y del mal y de las valoraciones.

   Queréis crear el mundo ante el cual podáis arrodillaros, esa es vuestra última esperanza y vuestra última ebriedad.

   Los no sabios, ciertamente, el pueblo,-son como el río sobre el que avanza flotando una barca: y en la barca se asientan solemnes y embozadas las valoraciones.

   Vuestra voluntad y vuestros valores los habéis colocado sobre el río del devenir: lo que es creído por el pueblo como bueno y como malvado me revela a mí una vieja voluntad de poder.

   Habéis sido vosotros, sapientísimos, quienes habéis colocado en esa barca a tales pasajeros y quienes les habéis dado pompa y orgullosos nombres,-¡Vosotros y vuestra voluntad dominadora!

   Ahora el río lleva vuestra barca, tiene que llevarla. ¡Poco importa que la ola rota eche espuma y que colérica se oponga a la quilla!

   No es el río vuestro peligro y el término de vuestro bien y vuestro mal, sapientísimos, sino aquella voluntad misma, la voluntad de poder,-la inexhausta y fecunda voluntad de vida.

   Mas para que vosotros entendáis mi palabra acerca del bien y del mal: voy a deciros todavía mi palabra acerca de la vida y acerca de la especie de todo lo viviente.

   Yo he seguido las huellas de lo vivo, he recorrido los caminos más grandes y los más pequeños, para conocer su especie.

   Con centuplicado he captado su mirada cuando tenía cerrada la boca: para que fuesen sus ojos los que me hablasen. Y sus ojos me han hablado.

   Pero en todo lugar en que encontré seres vivientes oí hablar también de obediencia. Todo ser viviente es un ser obediente.

   Y esto es lo segundo: se le dan órdenes al que no sabe obedecerse a sí mismo. Así es la especie de los vivientes. Pero esto es lo tercero que oí: mandar es más difícil que obedecer. Y no sólo porque el que manda lleva el peso de todos los que obedecen, y ese peso fácilmente lo aplasta:-

   Un ensayo y un riesgo advertí en todo mandar; y siempre que el ser vivo manda se arriesga a sí mismo al hacerlo.

   Más aún, también cuando se manda a sí mismo tiene que expiar su mandar. Tiene que ser juez y vengador y víctima de su propia ley.

   ¡Cómo ocurre esto! me preguntaba. ¿Qué es li que induce a lo viviente a obedecer y mandar y a ejercer obediencia incluso cuando manda?

   ¡Escuchad, pues, mi palabra, sapientísimos! ¡Examinad seriamente si yo me he deslizado hasta el corazón de la vida y hasta las raíces de su corazón!

   En todos los lugares donde encontré seres vivos encontré voluntad de poder; e incluso en la voluntad del que sirve encontré la voluntad de ser señor.

   A que sirva al más fuerte, a eso persuádele al más débil su voluntad, la cual quiere ser dueña de lo que es más débil todavía: a ese solo placer no le gusta renunciar.

   Y así como lo más pequeño se entrega a lo más grande para disfrutar de placer y poder sobre lo mínimo: así también lo máximo se entrega, y por amor al poder-expone la vida.

   Esta es la entrega de lo máximo, el ser temeridad y peligro y un juego de dados con la muerte.

   Y donde hay inmolación y servicios y miradas de amor: allí hay también voluntad de ser señor. Por caminos tortuosos se desliza lo más débil hasta el castillo y hasta el corazón del más poderoso-y le roba poder.

   Y este misterio me ha confiado la vida misma. <Mira, dijo, yo soy lo que tiene que superarse siempre a sí mismo.

   En verdad, vosotros llamáis a esto voluntad de engendrar o instinto de finalidad, de algo más alto, más lejano, más vario: pero todo esto es una única cosa y un único misterio.

   Prefiero hundirme en mi ocaso y renunciar a esa única cosa; y, en verdad, donde hay ocaso y caer de hojas, mira, allí la vida se inmola a sí misma-¡por el poder!

   Pues yo tengo que ser lucha y devenir y finalidad y contradicción de las finalidades: ¡ay, quien adivina mi voluntad, ése adivina sin dudas también por qué caminos torcidos tengo que caminar yo!

   Sea cual sea lo que yo crea, y el modo como lo ame, pronto tengo que ser el adversario de ello y de mi amor: así lo quiere mi voluntad.

   Y también tú, hombre del conocimiento, eras tan sólo un sendero y una huella de mi voluntad: ¡en verdad, mi voluntad de poder camina también con los pies de tu voluntad de verdad!

   No ha dado ciertamente en el blanco de la verdad quien disparó hacia ella la frase de la ‘voluntad  de existir’: ¡esa voluntad-no existe!

   Pues lo que no es no puede querer; mas lo que está en la existencia, ¡cómo podría seguir queriendo la existencia!

   Sólo donde hay vida hay también voluntad: pero no voluntad de vida, sino-así te lo enseño yo-¡voluntad de poder!

   Muchas cosas tiene el viviente en más alto aprecio que la vida misma; pero en el apreciar mismo habla-¡la voluntad de poder!>

   Esto fue lo que en otro momento me enseñó la vida: y con ello os resuelvo yo, sapientísimos, incluso el enigma de vuestro corazón.

   En verdad, yo os digo: ¡un bien y un mal que fuesen imperecederos-no existen! Por sí mismos deben una y otra vez superarse a sí mismos.

   Con vuestros valores y vuestras palabras del bien y del mal ejercéis violencia, valoradores: y ése es vuestro oculto amor, y el brillo, el temblor y el desbordamiento de vuestra propia alma.

   Pero una violencia más fuerte surge de vuestros valores, y una nueva superación: al chocar con ella se rompen el huevo y la cáscara.

   Y quien tiene que ser un creador en el bien y en el mal: en verdad, ése tiene que ser antes un aniquilador y quebrantador de valores.

   Por eso el mal sumo forma parte de la bondad suma: mas ésta es la bondad creadora.-

   Hablemos de esto, sapientísimos, aunque sea desagradable. Callar es peor; todas las verdades silenciadas se vuelven venenosas.

   ¡Y que caiga hecho pedazos lo que en nuestras verdades-pueda caer hecho pedazos! ¡Hay muchas cosas que construir todavía!

  

  

Así habló Zaratustra.” 23

 

 

 

 

   Si una fuerza va hasta el final, es que no es una ley, es incluso lo contrario a una ley 24 … Calicles vuelve a empezar: las fuerzas no deben compararse en abstracto; la fuerza concreta, desde el punto de vista de la naturaleza, es la que va hasta las últimas consecuencias, hasta el límite del poder o del deseo,” 25

 

 

 

 

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   Los librepensadores representan el positivismo moderno:

 

 

 

    “A partir del momento en que algo aparece como una fuerza humana o como un hecho humano, el librepensador aplaude, sin preguntarse si esa fuerza no es de baja extracción, y ese hecho todo lo contrario de un hecho noble: ‘Humano, demasiado humano’… No tiene en cuenta las cualidades de las fuerzas; el librepensamiento está al servicio de las fuerzas reactivas y traduce su triunfo.” 26

 

 

 

   El librepensamiento desea, de una manera no muy oculta, la igualdad. Representa al hombre como modelo.

 

 

 

   “Yo conozco todo esto tal vez desde demasiado cerca: aquella loable continencia de filósofos a la que tal fe obliga, aquel estoicismo del intelecto que acaba por prohibirse tan rigurosamente el no como el sí, aquel querer-detenerse ante lo real, ante el factum brutum, aquel fatalismo de los petits faits (ce petit fatalisme como yo lo llamo) en el cual la ciencia francesa busca ahora una especie de primacía moral sobre la ciencia alemana, aquel renunciar del todo a la interpretación (al violentar, reajustar, recortar, omitir, rellenar, imaginar, falsear y a todo lo demás que pertenece a la esencia del interpretar) -esto es, hablando a grandes rasgos, expresión tanto de un ascetismo de la virtud como de una negación de la sensualidad (en el fondo, es sólo un modus de esa negación).” 27

 

 

 

   “… nosotros somos algo distinto de los libres-penseurs, liberi pensatori, Freidenker, o como les guste denominarse a todos esos bravos defensores de las ‘ideas modernas’. Hemos tenido nuestra casa, o al menos nuestra hospedería en muchos países del espíritu; hemos escapado una y otra vez a los enmohecidos y agradables rincones en que el amor y el odio preconcebidos, la juventud, la ascendencia, el azar de hombres y libros, e incluso las fatigas de la peregrinación parecían confinarnos; estamos llenos de malicia frente a los halagos de la dependencia que yacen escondidos en los honores, o en el dinero, o en los cargos, o en los arrebatos de los sentidos; incluso estamos agradecidos a la necesidad y a la variable enfermedad, porque siempre nos desasieron de una regla cualquiera y de su prejuicio, agradecidos a Dios, al demonio, a la oveja y gusano que hay en nosotros, curiosos hasta el vicio, investigadores hasta la crueldad, dotados de dedos sin escrúpulos para asir lo inasible, de dientes y estómago para digerir lo indigerible, dispuestos a yodo oficio que exija perspicacia y sentidos agudos, prontos a una osadía, gracias a una sobreabundancia de ‘voluntad libre’, dotados de pre-almas y post-almas, en cuyas intenciones últimas no le es fácil penetrar a nadie con su mirada, cargados de pre-razones y post-razones que a ningún pie le es lícito recorrer hasta el final, ocultos bajo los mantos de la luz, conquistadores, aunque perezcamos herederos y derrochadores, clasificadores y coleccionadores desde la mañana a la tarde, avaros de nuestras riquezas y de nuestros cajones completamente llenos, parcos en el aprender y olvidar, hábiles en inventar esquemas, orgullosos a veces de tablas de categoría, a veces pedantes, a veces búfalos del trabajo, incluso en pleno día; más aún, si es necesario, incluso espantapájaros, -y hoy es necesario: a saber, en la medida en que nosotros somos los amigos natos, jurados y celosos de la soledad, de nuestra propia soledad, la más honda, la más de media noche, la más de medio día: -¡esa especie de hombres somos nosotros, nosotros los espíritus libres!,  ¿y tal vez vosotros sois también algo de eso, vosotros los que estáis viniendo?,  ¿vosotros los nuevos filósofos?-28

 

 

 

 

  

  

  

  

  

  

  

  

 

 

 

 

 

La voluntad de poder

y el sentimiento de poder

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   "Voluntad de poder: elemento diferencial, elemento genealógico que determina la relación de la fuerza con la fuerza y que produce la cualidad de la fuerza [ ] La voluntad de poder debe manifestarse en la fuerza como tal"

 

   "La relación de las fuerzas se determina siempre que una fuerza sea afectada por otras, inferiores o superiores . La voluntad de poder se manifiesta como un poder de ser afectado. Este poder se cumple y se efectúa necesariamente en cada instante por las restantes fuerzas con las que la primera está relacionada"

 

   "Doble aspecto de la voluntad de poder: determina la relación de las fuerzas entre sí, desde el punto de vista de su génesis o de su producción; pero a su vez es determinada por las fuerzas en relación, desde el punto de vista de su manifestación." 29

 

 

 

   Voluntad de poder es voluntad de metamorfosis, de caos.

 

 

 

   "Para Nietzsche el poder de ser afectado no significa necesariamente pasividad, sino afectividad, sensibilidad, sensación."

   "Nietzsche repite siempre que la voluntad de poder es la 'primitiva forma afectiva' de la que derivan los restantes sentimientos. O mejor aún: 'La voluntad de poder no es ni un ser ni un devenir, es un pathos'. Es decir, la voluntad de poder se manifiesta como la sensibilidad de la fuerza."

 

 

   "Una fuerza inferior puede provocar la disgregación de fuerzas superiores, su escisión, la explosión de la energía que tenían acumulada; en esos casos, Nietzsche se complace en relacionar los fenómenos de la disgregación del átomo, de la escisión del protoplasma y de la reproducción del ser vivo."

   "No sólo disgregar, escindir, separar expresan siempre la voluntad de poder, sino también ser disgregado, escindido, separado."

"Pero este poder de ser afectado no se ejerce sin que la propia fuerza correspondiente no entre en una historia o en un devenir sensible: 1° fuerza activa, poder de activar o de mandar; 2° fuerza reactiva, poder de obedecer o ser activado; 3° fuerza reactiva desarrollada, poder de escindir, de dividir, de separar; 4° fuerza activa convertida en reactiva, poder de ser separado, de volverse contra sí mismo."

 

 

"Toda la sensibilidad no es más que un devenir de las fuerzas."

   "La voluntad de poder se manifiesta, en primer lugar, como sensibilidad de las fuerzas; y en segundo lugar, como devenir sensible de las fuerzas: el pathos es el hecho más fundamental del que resulta un devenir." 30

 

 

 

   Decimos que una fuerza se apropia de un objeto, pero “el propio objeto ya es fuerza, expresión de una fuerza.” 31

 

   Una fuerza sólo se apodera, actúa sobre otra fuerza. Afección de las fuerzas.

 

   Este es el juego de la diferencia, diferencia de fuerzas en el origen. La fuerza es plural, es fuerza en relación con otras fuerzas. Una fuerza necesita otra fuerza-objeto en la cual irrumpir para manifestarse: puede devenir temperatura, color, materia.

   ¿Qué sucedería con una fuerza en el vacío (fuerza dialéctica)? Se extinguiría sobre sí misma, fuerza fachista, galaxia en contracción, contracción muscular isomórfica, Yo.

 

   En el origen, la elipse más que el círculo (no el núcleo del átomo, sino las órbitas).

 

 

 

 

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   “El ser de la fuerza es el plural; sería completamente absurdo pensar la fuerza en singular. Una fuerza es dominación, pero también objeto sobre el que se ejerce una dominación. Una pluralidad de fuerzas actuando y sufriendo a distancia, siendo la distancia el elemento diferencial comprendido en cada fuerza y gracias al cual cada una se relaciona con las demás: éste es el principio de la filosofía de la naturaleza en Nietzsche. La crítica del atomismo debe entenderse a partir de este principio; consiste en mostrar que el atomismo es un intento de prestar a la materia una pluralidad y una distancia esenciales que, de hecho, sólo pertenecen a la fuerza. Únicamente la fuerza tiene por ser el relacionarse con otra fuerza.

   […] el concepto de fuerza es pues, en Nietzsche, el de una fuerza relacionada con otra fuerza: bajo este aspecto, la fuerza se llama una voluntad. La voluntad (voluntad de poder) es el elemento diferencial de la fuerza. De ello resulta una nueva definición de la filosofía de la voluntad; ya que la voluntad no se ejerce misteriosamente sobre músculos o sobre nervios, y menos aún sobre una materia en general, sino que, necesariamente, se ejerce sobre otra voluntad. “ 32

 

 

 

 

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   "Las fuerzas activas devienen reactivas. El devenir de las fuerzas aparece como un devenir-reactivo."

   "La fuerza activa se convierte en reactiva no porque triunfen las fuerzas reactivas; al contrario, las fuerzas reactivas triunfan porque, al separar la fuerza activa de lo que ésta puede, la abandonan a la voluntad de la nada como a un devenir-reactivo más profundo que ellas mismas." 33

 

 

 

   El consciente sólo puede contemplar un devenir-reactivo (él mismo es reactivo) ¿Es el inconsciente capaz de presentarnos un devenir-activo de lo reactivo?

 

 

 

   "Pero haría falta otra sensibilidad, otra forma de sentir. Otra sensibilidad, otro devenir, ¿pertenecerían aún al hombre?" 34

 

 

   Una fuerza reactiva deviene activa si va al final de lo que puede, superándose a sí misma. Ese es el sentido del superhombre. Esa otra sensibilidad nace con Zaratustra. Sólo así podría sentir el goce del eterno retorno y afirmarlo (En caso contrario éste se convertiría en "objeto de angustia, repulsión o de hastío: el eterno retorno de las fuerzas reactivas, aún más: el eterno retorno del devenir-reactivo de las fuerzas" 35)

 

 

 

 

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   "Las fuerzas reactivas sólo triunfan yendo hasta el límite de sus consecuencias, o sea formando una fuerza activa (Si la fuerza activa, al ser separada, se convierte en reactiva, la fuerza reactiva, inversamente, ¿no se convertirá en activa, al separar?. Esta fuerza reactiva, a su manera, ¿no va hasta el límite de lo que puede?)"

   "Nietzsche confiesa que todas las fuerzas de las que denuncia el carácter reactivo lo fascinan, que son sublimes por el punto de vista que nos abren y por la inquietante voluntad de poder de la que dan fe [ ] Nos aportan nuevas afecciones, nos enseñan nuevas formas de ser afectado."

 

   "Las fuerzas reactivas cambian de matiz según desarrollan más o menos su grado de afinidad con la voluntad nihilista."

 

   "Juzgar a la afirmación desde el punto de vista de la negación, y a la negación desde el punto de vista de la afirmación; juzgar a la voluntad afirmativa desde el punto de vista de la voluntad nihilista, y la voluntad nihilista desde el punto de vista de la voluntad afirmativa: éste es el arte del genealogista, y el genealogista es médico."

 

   "Para que una fuerza reactiva se convierta en activa, no es suficiente con que vaya al final de lo que puede, tiene que hacer de lo que puede un objeto de afirmación. El devenir-activo es afirmador y afirmativo, del mismo modo que el devenir-reactivo es negador y nihilista." 36

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El superhombre

y el exilio de la verdad

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   El conocimiento se crea en sólo un minuto.

 

 

 

   "En algún apartado lugar del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la 'Historia universal': pero, al fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer." 37

 

 

 

   El conocimiento se creas en un instante.  Un astro que desea conservarse crea el conocimiento, y se congela.

   El consciente en sí no deviene: su voluntad es conservarse, separarse del resto y conservar su esencia en particular, su "en sí". El consciente conoce en un instante fugaz, en la vigilia. Extrae un resto del proceso en curso y se aferra a él para perpetuarse. Pero este instante, este resto, es sólo una "metáfora" a través de la cual mira la naturaleza y la interpreta.

   El consciente existe en el intelecto, como el inconsciente se afirma en la intuición. Éste "sólo ha sido añadido precisamente como un recurso de los seres más infelices, delicados y efímeros, para conservarlos un minuto en la existencia" 38. Es una "niebla cegadora colocada sobre los ojos y los sentidos de los hombres." 39

"El intelecto es el medio de conservación del individuo" 40, en cuanto es acción del consciente.

   La conciencia sólo puede sentir aquello que la naturaleza le ha permitido, aquello que ésta le muestra (sólo conoce cinco sentidos).

   La consciencia no se afirma en su diferencia, no parte de ésta, sino que sólo sabe de esencias, de "cosas en sí"; actúa por medio de la polaridad. El consciente es reactivo (el individuo se quiere mantener frente a otros individuos). Su voluntad de verdad actúa a tal fin y a manera de "tratado de paz" 41 surge el lenguaje. Éste surge de la "voluntad de hacer pensable todo lo que existe" 42" para hacer aparecer lo irreal como real". 43

   "Una palabra es la reproducción en sonidos de un impulso nervioso" 44

 

 

 

Pura exterioridad desplegada 45

 

   El lenguaje traduce, interpreta, es metáfora.

   El consciente es representación, “abandono de manera arbitraria de las diferencias individuales, del olvido de las notas distintivas” 46.

   La palabra es una “qualitas occulta” que pretende igualar acontecimientos diferentes bajo una misma forma; niega la X. Generaliza. Es el residuo de una metáfora (la palabra como concepto).

   El conocimiento es abstracto en cuanto separa lo indivisible para extraes su esencia, y excluye el sujeto (opera en la división de objeto y sujeto), se aleja de las sensaciones, las intuiciones.

   El inconsciente es indivisible e inclasificable, el consciente traza rígidas líneas matemáticas para regular, clasificar, legislar 47.

   Cuadricular el río del devenir, tal es la tarea del consciente. Construye un mausoleo donde enterrar las sensaciones, para poder ubicarlas en estructura.

 

 

 

   “Metamorfosea el mundo en los hombres”

   “Considera el mundo como el eco infinitamente repetido de un sonido original, el hombre.”  48

 

 

  

   “La naturaleza es una creación altamente subjetiva” 49 en cuanto que deviene.

   Una ley de la naturaleza “no nos es conocida en sí, sino solamente por sus efectos” 50.

   La ley de la naturaleza es una creación consciente, es sólo una superficie, una forma de la naturaleza.

   El consciente sólo conoce de la naturaleza “lo que él aporta”: “el tiempo, el espacio, por tanto las relaciones de sucesión y los números” 51.

  

 

 

   “Sólo por la sólida persistencia de esas formas primigenias resulta posible explicar el que más tarde haya podido construirse sobre las metáforas mismas el edificio de los conceptos.” 52

 

 

 

   El consciente, por ende, se basa en el “rigor matemático y en la inviolabilidad de las representaciones del espacio y del tiempo” 53. En su conocer e interpretar, éstas son sus herramientas: “espacio, tiempo y número” son las formas que es capaz de extraer de la naturaleza.

 

 

 

 

*

*     *

 

 

 

 

   Para hablar del superhombre es necesario partir de la muerte de Dios. Feuerbach (1804-1872) ya había pensado esta muerte, sólo que dialécticamente. Es decir, piensa a Dios como ser externo al hombre, de modo que en su muerte se logra recuperar una esencia-hombre anteriormente alienada por la divinidad (La esencia de los dioses no es nada más que la esencia del deseo humano). En cambio, para el pensamiento nietzscheano, pluralista, Dios muere coco imagen y argumento, dejando al hombre extraviado y, según Deleuze, “incluyendo ya la muerte del hombre”.

   Si Dios ha muerto, y con él el hombre, ¿cómo es que este último sigue en pie? Su logro está en la conservación y la reconciliación. Evita el juego de la creación.

 

 

 

“Cambio de los valores es cambio de los creadores.” 54

 

 

 

   Se aleja de la historia, impidiendo la continuación del proceso.

 

 

 

   “Hacia arriba vuela nuestro sentido; de este modo es un símbolo de nuestro cuerpo, símbolo de una elevación… Así atraviesa el cuerpo la historia, como algo que deviene y lucha.” 55

 

 

   El hombre apela a la memoria, no quiere olvidar, huye a la caída. Hace renacer una y otra vez a su dios para no verse matamorfoseado.

 

 

 

   “¡No supieron amar a su Dios de otro modo que clavando al hombre en la cruz! Como cadáveres pensaron vivir…” 56

 

 

 

   La llegada del superhombre es un cambio de perspectiva, es una nueva forma de valoración. Es el surgimiento de una fuerza.

   Sigue a la caída.

 

 

 

   “Yo amo a todos aquellos que son como gotas pesadas que caen una a una de la oscura nube suspendida sobre el hombre: ellos anuncian que el rayo viene, y perecen como anunciadores.” 57

 

 

 

   El superhombre como martillo es cuerpo en devenir.

  

   Si el superhombre es la transvaloración del hombre, sólo podremos hablar de pensamiento de superhombre como concepto desbordante. Este es un pensamiento victorioso, fulminante, de allí el desborde.

 

   Zaratustra advierte sobre los pensamientos mezquinos:

 

 

 

   “…el pensamiento mezquino es igual que el hongo: se arrastra y se agacha y no quiere estar en ninguna parte-hasta que el cuerpo entero queda podrido y mustio por los pequeños hongos.” 58

 

 

 

   El superhombre es un vientre fresco, renovador. No es un concepto cognoscible; no podemos comprenderlo desde una mirada humana. No entra en el todo de la relación de fuerzas humanas. Es necesaria la emergencia de una nueva fuerza de interpretación, desconocida.

   El superhombre es el cuerpo del poeta 59.

  

 

 

   “El arte realiza todo este programa: el poder más alto de lo falso, la afirmación dionisíaca o el genio de lo sobrehumano” 60.

 

   “Nosotros sabemos demasiado poco y aprendemos mal: por ello tenemos que mentir… ¿Y quién de nosotros los poetas no ha adulterado su propio vino? Más de una venenosa mixtura ha sido fabricada en nuestras bodegas, y más de una cosa indescriptible se ha hecho en ellas… existen demasiadas cosas entre el cielo y la tierra con las cuales sólo los poetas se han permitido soñar. Y, sobre todo, por encima del cielo: ¡pues todos los dioses son símbolos de poetas! … somos arrastrados hacia lo alto-es decir, hacia el reino de las nubes: sobre éstas plantamos nuestros multicolores peleles y los llamamos dioses y superhombres” 61.

 

 

 

   El poeta, en tanto que humano, es el único con ojos para el superhombre.

   El poeta lima los bordes de la verdad, lee en palimpsesto. Es el hombre que desea retornar, y que muere en cada palabra. El poeta huye de la ley, abriendo así múltiples perspectivas desde las que espía al superhombre.

 

 

Morir así,

como un día vi morir

al amigo, que con rayos y miradas divinas

iluminó mi obscura juventud:

-valiente y profundo,

bailarín incluso en la matanza-,

 

el más risueño entre los guerreros,

el más grave entre los vencedores,

forjando un destino sobre su destino,

fuerte, meditabundo, circunspecto-:

 

estremeciéndose porque vencía,

jubiloso porque al morir vencía-:

 

dando órdenes mientras moría,

-órdenes de aniquilar

 

Morir así,

como un día le vi morir:

venciendo, aniquilando62

 

   Superhombre es obra, y el artista muere en ella. Es el eterno retorno del artista.

 

 

 

 

Estudiantes de 4° año de la carrera de Medicina. Rosario 1998

 

 

 

Notas

 

 

  1. Nietzsche, Friedrich, Poemas, 6° ed., Madrid, Ediciones Hiperión, 1994, pág. 45, "Hacia nuevos mares"

  2. Foucault, Michel, Microfísica del poder, ("Genealogía del poder 1"), 2° ed., Madrid, Las ediciones de La Piqueta, 1979, pág. 11

3. Op. cit., pág. 10, "... el comienzo histórico es bajo, no en el sentido de modesto o de discreto como el paso de la paloma, sino irrisorio, irónico, propicio a deshacer todas las fatuidades."

  4. Nietzsche, Friedrich, La voluntad de poderío- Ensayo de una transmutación de todos los valores, 1° ed., Madrid, Editorial EDAF, 1981, pág. 552, pp. 1057

  5. Op. cit., pág. 529, pp. 1004, "... ¡la mentira, y no la verdad, es lo divino!"

  6.  Cotran, Kumar, Robbins, Patología estructural y funcional, 4º ed., Madrid

  7. Nietzsche, Friedrich, op. cit., pág. 551, pp. 1055, "Si el mundo tuviese un fin, este fin se habría ya logrado. Si hubiese algún estado final no previsto, también debería de haberse realizado [...] El hecho de que el espíritu sea devenir demuestra que el mundo carece de meta, de estado final y que es incapaz de ser."

  8. Op. cit., pág. 529, pp. 1005

  9. Foucault, Michel, op. cit., pág. 12, ""La historia, con sus intensidades, sus debilidades, sus furores secretos, sus grandes agitaciones febriles y sus síncopes, es el cuerpo mismo del devenir."

10. Foucault, Michel, op. cit., pág. 13, "... muestra la heterogeneidad de aquello que se mostraba conforme a sí mismo"

11. Deleuze, Gilles, Nietzsche y la filosofía, ("Argumentos"), 4° ed., Barcelona, Editorial Anagrama, 1994, págs. 12-13

12. Op. cit., págs. 7-8

13. Op. cit., pág. 8

14. Ibídem

15. Artaud, Antonin, Van Gogh, el suicidado de la sociedad. Para acabar de una vez con el juicio de Dios, 3° ed., Madrid, Editorial Fundamentos, 1983, pág. 67

16. Foucault, op. cit., págs. 15-18, "Entstehung designa más bien la emergencia, el punto de surgimiento. Es el principio y la ley singular de una aparición [...] La emergencia se produce siempre en un determinado estado de fuerzas [...] La emergencia es pues, la entrada en escena de las fuerzas, es su irrupción, el movimiento de golpe por el que saltan de las bambalinas al teatro, cada una con el vigor y juventud que le es propia."

17. Magritte, Rene, “La gran Familia”, 1963, Oleo sobre lienzo, 100 x  81 cm., colección particular

18. Deleuze, Gilles, op. cit., págs. 81-82

19. Op. cit., pág. 83

20. Op. cit., pág. 84

21. Nietzsche, Friedrich, op. cit., pág. 395

22. Deleuze, Gilles, op. cit., pág. 85, "Calicles llama ley a todo lo que separa una fuerza de lo que ésta puede; la ley, en este sentido, expresa el triunfo de los débiles sobre los fuertes."

23. Nietzsche, Friedrich, Así habló Zaratustra, ("Alianza Bolsillo"), 1° ed., Buenos Aires, Alianza Editorial, 1990, pág. 169, "De la superación de sí mismo."

24. Prigogine, Ilya, "La espiral del tiempo", Radar, 3 de noviembre de 1996, págs. 8-10

25. Deleuze, Gilles, op. cit., pág. 86

26. Op. cit., págs. 87-88

27. Nietzsche, Friedrich, La genealogía de la moral- Un escrito polémico, ("El libro de bolsillo"), 18° ed., Madrid, Alianza editorial, 1995, pág. 173

28. Nietzsche, Friedrich, Más allá del bien y del mal- Preludio de una filosofía del futuro, ("Alianza bolsillo"), 2° ed., Buenos Aires, Alianza Editorial, 1993, págs. 69-70, pp. 44

29. Deleuze, Gilles, op. cit., pág. 90

30. Op. cit., págs. 91-92

31. Op. cit., pág. 14

32. Ibídem

33. Op. cit., pág. 93

34. Op. cit., pág. 94

35. Ibídem

36. Op. cit., págs. 96-98

37. Nietzsche, Friedrich, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, ("Cuadernos de filosofía y ensayo"), 2° ed., Madrid, Editorial Tecnos, 1994, pág. 17

38. Op. cit., pág. 18

39. Ibídem

40. Ibídem

41. Op. cit., pág. 20

42. Nietzsche, Friedrich, Así habló Zaratustra, ("Alianza Bolsillo"), 1° ed., Buenos Aires, Alianza Editorial, 1990, pág. 169, "De la superación de sí mismo"

43. Nietzsche, Friedrich, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, ("Cuadernos de filosofía y ensayo"), 2° ed., Madrid, Editorial Tecnos, 1994, pág.       20

44. OP. cit., pág. 21

45. Foucault, Michel, El pensamiento del Afuera, 2° ed., Valencia, Pre-Textos, 1989, pág. 11

46. Nietzsche, Friedrich, op. cit., pág. 24, "... con lo cual se suscita entonces la representación, como si en la naturaleza hubiese algo separado de las hojas que fuera la "hoja", una especie de arquetipo primigenio a partir del cual todas las hojas habrían sido tejidas, diseñadas, calibradas, coloreadas, onduladas, pintadas, pero por manos tan torpes que ningún ejemplar resultase ser correcto y fidedigno como copia fiel del arquetipo."

47. Deleuze, Gilles y Guattari, Félix, Mil Mesetas, 2° ed, Valencia, Pre-Textos, 1994, págs. 483-509, "Lo liso y lo estriado"

48. Nietzsche, Friedrich, op. cit., pág. 28

49. Op. cit., pág. 31

50. Nietzsche, Friedrich, La Voluntad de poderío- Ensayo de una transmutación de todos los valores, 1° ed., Madrid, Editorial EDAF, 1981, págs. 274-276, pp. 473-474. Los estados de placer y dolor "son fenómenos secundarios, con una finalidad completamente distinta de la de provocar reacciones: son efectos que se integran en el proceso de reacción en curso [...] Todo lo que resulta consciente es un fenómeno final, una conclusión que no produce ningún efecto..." Ver también Nietzsche, Friedrich, Crepúsculo de los ídolos- o cómo se filosofa con el martillo, ("El libro de bolsillo"), 13° ed., Madrid, Alianza Editorial, 1994, págs. 61-66, "Los cuatro grandes errores"

51. Nietzsche, Friedrich, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, ("Cuadernos de filosofía y ensayo"), 2° ed., Madrid, Editorial Tecnos, 1994, pág. 32

52. Op. cit., págs. 32-33

53. Ibídem

54. Nietzsche, Friedrich, Así habló Zaratustra, ("Alianza Bolsillo"), 1° ed., Buenos Aires, Alianza Editorial, 1990, pág. 96, "De las mil metas y de la única meta", "Valorar es crear, ¡oídlo creadores! El valorar mismo es el tesoro y la joya de todas las cosas valoradas. Sólo por el valorar existe el valor: y sin el valorar la nuez de la existencia estaría vacía [...] Siempre aniquila el que tiene que ser un creador."

55. OP. cit., pág. 119, "De la virtud que hace regalos", "Así atraviesa el cuerpo la historia, como algo que deviene y lucha."

56. Op. cit., pág. 140, "De los sacerdotes"

57. Op. cit., pág. 38, "Prólogo de Zaratustra", "Mirad, yo soy un anunciador del rayo, y una pesada gota que cae de la nube: mas ese rayo se llama superhombre."

58. Op. cit., pág. 137, "De los compasivos", "A quien, sin embargo, está poseído por el diablo, yo le digo al oído esta frase: "¡Es mejor que cebes a tu diablo! ¡También para ti sigue habiendo un camino de grandeza!"

59. Villegas, May, Kafka y el exilio de la verdad, 1995

60. Deleuze, Gilles, Nietzsche y la filosofía, ("Argumentos"), 4° ed., Barcelona, Editorial Anagrama, 1994, Pág. 259, "Afirmar en todo su poder, afirmar a la propia afirmación es lo que supera las fuerzas del hombre."

61. Nietzsche, Friedrich, op. cit., pág. 188, "De los poetas"

62. Nietzsche, Friedrich, Ditirambos Dionisíacos, 1° ed., Buenos Aires, Los libros de Orfeo, 1994, pág. 20