Gilles Deleuze - Claire Parnet. DIALOGOS.
Editorial Pretextos. Paris 1977, trad. 1980.
Se acabaron las máquinas binarias: pregunta-respuesta, masculino-femenino,
hombre-animal, etc. .....Una buena manera de leer hoy día sería
tratar al libro como a una canción, ver una película, un
programa de televisión; cualquier tratamiento especial del libro
corresponde a otra época. Las cuestiones de dificultad o de comprensión
no existen. Los conceptos son exactamente como los sonidos, los colores,
las imágenes: intensidades que nos conviene o no, que pasan o no
pasan. Pop'filosofía. Nada que comprender, nada que interpretar.
Un encuentro quizás sea lo mismo que un devenir o que unas bodas.
Encontramos personas, movimientos, identidades, ideas, acontecimientos.
Y aunque todas estas cosas tengan nombre propio, el nombre propio no designa
ni a una persona, ni a un sujeto. ¿Designa un efecto o un zig-zag,
algo que pasa o que sucede entre dos?. Es lo mismo que con los devenires;
no es que un término devenga el otro, sino que cada uno encuentra
el otro, un único devenir que no es para los dos, porque nada tiene
que ver el uno con el otro sino que está entre los dos, que tiene
su propia dirección. Ni método, ni reglas, ni recetas, tan
sólo una larga preparación. Bodas, pero no parejas ni conyugalidad.
En lugar de resolver, reconocer y juzgar, hallar, encontrar y robar. Reconocer
es lo contrario del encuentro. Juzgar es oficio de muchos y no es un buen
oficio; no obstante es el uso que muchos hacen de la escritura. Hay toda
una raza de jueces. La historia del pensamiento se confunde con la de
un tribunal; pretende ser un tribunal de la razón pura o de la
fe pura... Deleuze se formó con Alquié y con Hyppolite.
Aprendimos una escolástica peor que la de la edad media: Hegel,
Husserl y Heidegger. Por suerte existía Sartre. Este no era ni
un modelo, ni un método, ni un ejemplo, un poco de aire puro, una
corriente de aire fresco un intelectual que modificaba de forma singular
la posición del intelectual. Por eso es estúpido preguntarse
si Sartre es el comienzo o el final de algo. Está en el medio como
todo creador.
La historia de la filosofía siempre ha sido el agente de poder
dentro de la filosofía, e incluso dentro del pensamiento. Siempre
ha jugado un papel represor. Históricamente se ha constituido una
imagen del pensamiento llamada filosofía que impide que las personas
piensen. La relación de la filosofía con el Estado no se
debe únicamente a que la mayoría de los filósofos
del pasado sean "profesores públicos". La relación
viene de mas lejos y es que el pensamiento toma su imagen propiamente
filosófica del estado como bella interioridad, sustancial o subjetiva.
Intenta un estado propiamente espiritual, como un estado absoluto, de
ahí lo de tener ideas siempre justas; de la universalidad, del
método, de las preguntas y respuestas, de los juicios. Pensamiento
con ministros del interior y funcionarios del pensamiento puro. La filosofía
está impregnada del proyecto de convertirse en la lengua oficial
de un estado puro. Así el ejercicio del pensamiento se ajusta tanto
a los fines del estado real, a las significaciones dominantes, como a
las exigencias del orden establecido. En la actualidad se puede decir
incluso que la filosofía ha fracasado. La epistemología
ha tomado el relevo de la historia de la filosofía. El marxismo
esgrime un juicio de la historia y un tribunal del pueblo que son más
inquietantes que los otros. El psicoanálisis se ocupa cada vez
mas de la función del pensamiento y cuando se alía con la
lingüística no lo hace sin motivos. Son los nuevos aparatos
de poder en el pensamiento mismo. Marx, Freud y Saussure como ponen un
curiosos Represor con tres cabezas, una lengua dominante mayor. Interpretar,
transformar, enunciar, son las nuevas formas de ideas "justas".
Incluso el marcador sintáctico de Chomsky es antes que nada un
marcador de poder. El triunfo de la lingüística se ha producido
en el preciso momento en que la información se desarrollaba como
poder e imponía su imagen de la lengua y del pensamiento de acuerdo
a al transmisión de consignas y con la organización de redundancias.
No tiene sentido preguntarse si la filosofía está muerta
cuando está claro que muchas otras disciplinas continúan
con su función.
Comencé por la historia de la filosofía cuando aún
era dominante. Prefería a aquellos autores que escapaban a la historia
de la filosofía: Lucresio, Spinoza, Hume, Nitzsche, Bergson.
Segunda parte - Claire Parnet
El procedimiento de preguntas y respuestas sirve para alimentar los
dualismos. Siempre hay una máquina binaria que preside la distribución
de los papeles y que hace que todas las respuestas deban pasar por preguntas
prefabricadas, puesto que las preguntas ya están calculadas de
antemano en función de las posibles respuestas a tenor de las significaciones
dominantes. Así se constituye un patrón tal que todo lo
que no pase por él no puede ser oído. Aunque pensemos que
uno está hablando en nombre propio siempre está hablando
en nombre de otro que no podrá hablar. Uno está forzosamete
atrapado, poseído o mas bien desposeído.
No es cierto que la máquina binaria exista por razones de comodidad.
Se dice que la base de datos es la más fácil. Pero de hecho
la máquina binaria es una pieza importante de los aparatos de poder.
Se establecerán tantas dicotomías como sean necesarias para
que sea clavado en la pared, metido en un agujero. Hasta los márgenes
de desviación serán calculados según el procedimiento
de elección binario: no eres ni blanco ni negro, ¿Serás
árabe?,¿mestizo?; no eres ni hombre, ni mujer, ¿serás
travesti?. Cada cual debe tener el rostro que corresponde a su papel.
Nada menos personal que el rostro. Hasta el loco debe tener un rostro
conforme a lo que se espera de él. El modelo de base a primer nivel
es el rostro del europeo medio de hoy; a partir de ahí se determinarán
por dicotomías sucesivas, todos los tipos de rostros. Si la misma
lingüística procede por dicotomías (los árboles
de Chomsky, en los que la máquina binaria trabaja el interior del
lenguaje), si la informática procede de una sucesión de
elecciones duales, la cosa no es tan inocente como podría creerse.
Quizás sea que la informática es un mito y que el lenguaje
no es esencialmente informativo, no es neutro, no está hecho para
ser creído sino para que se le obedezca. Cuando la maestra explica
una operación a los niños o cuando les enseña la
sintaxis no puede decirse propiamente hablando que les dé información,
les da órdenes, les transmite consignas, les obliga a producir
enunciados correctos, ideas justas necesariamente conformes a las significaciones
dominantes. Habría que modificar el esquema de la informática.
El esquema parte de una información teórica que se supone
máxima; en el otro extremo coloca el ruido como interferencia,
antiinformación, y entre los dos la redundancia, que disminuye
la información teórica, pero que al mismo tiempo permite
vencer el ruido. Lo contrario sería: arriba, la redundancia como
modo de existencia y propagación de las órdenes, (los periódicos,
las noticias proceden por redundancia), abajo, la información-rostro,
que correspondería al mínimo requerido para la comprensión
de las órdenes; y más abajo aún algo que podría
corresponder tanto al grito como al silencio, también al tartamudeo,
y que sería algo así como la línea de fuga del lenguaje,
hablar con su propia lengua como extranjero, hacer un uso minoritario
del lenguaje....
También podría hablarse de deshacer el rostro, de hacer
que el rostro escape. De todos modos si en la actualidad la lingüística
y la informática desempeñan con tanta facilidad un papel
de represor es porque ellas mismas funcionan como máquinas binarias
en esos aparatos de poder y constituyen, mas que una ciencia pura de unidades
lingüísticas y contenidos informativos abstractos, una formalización
de consignas.
En Diferencia y repetición (obra de Deleuze) te referías
al inventario de todas esas imágenes que proponen al pensamiento
fines autónomos para mejor obligarlo a servir a fines poco confesables;
todas se resumen en la consigna "tened ideas justas".
Buena voluntad del pensador que busca "la verdad". Imagen de
un "sentido común" (armonía de todas las facultades
de un ser pensante) luego la de reconocer, la del error y por último
la imagen del saber como lugar de verdad, y la verdad como lo que sanciona
respuestas y soluciones a preguntas y problemas supuestamente "dados".
Lo interesante es precisamente lo inverso:
1- Pensamientos que no procederían de una buena naturaleza y de
una buena voluntad, sino que vendrían de una violencia sufrida
por el pensamiento.
2- Pensamiento que no se ejercerían a través de un acuerdo
sino que llevarán a cada facultad al límite de discordancia
con las demás.
3- Pensamientos que no se encerrarían en el reconocimiento, sino
que se abrirían a encuentros y se definirían siempre en
función a un Exterior.
4- Pensamientos que no tendrían que luchar contra el error, sino
que tendrían que desprenderse de un enemigo más poderoso,
la tontería.
5- Pensamientos que se definirían en el movimiento de aprender
y no el de saber, y que no dejarían a nadie, a ningún poder,
el papel de "plantear" preguntas o de "poner" problemas.
Hablar de un autor (Foulcaut, el orden del discurso), es someter el pensamiento
a una imagen y hacer de la escritura una actividad diferente de la vida,
que tendría una finalidad en sí misma.
En tu trabajo con Guattari opusiste rizoma a árbol. Nos plantan
árboles en la cabeza: el de la vida, el del saber, etc. Todo el
mundo reclama raíces. El poder es siempre arborescente. Casi todas
las disciplinas pasan por esquemas de arborescencia: la biología,
la informática, la lingüística (los autómatas
o sistemas centrados). Lo del árbol no es una metáfora,
es todo un aparato que se planta en el pensamiento, un funcionamiento
para obligarlo a ir por el buen camino, el de las ideas justas. En el
árbol hay todo tipo de caracteres hay un punto de origen, germen
o centro; es una máquina binaria o principio de dicotomía
con sus ramas repartidas y reproducidas perpetuamente, sus puntos de arborescencia;
eje de rotación que organiza los círculos alrededor del
centro y las cosas en círculos; es estructura, sistema jerárquico
de transmisión de órdenes, con instancia central y memoria
recapituladora; hay un futuro pasado, una raíces y una copa, toda
una historia, una evolución, un desarrollo o momento de desarrollo.
Diálogos 3
Pero hay multiplicidades que no dejan de desbordar las máquinas
binarias y que no se dejan dicotomizar. Por todas partes hay centros como
agujeros negros que no se dejan aglomerar. Líneas que no tienen
que ver con el trayecto de un punto y que se escapan a la estructura.
Líneas de fuga, devenires, devenires sin futuro ni pasado, sin
memoria. Evoluciones no paraleleas que no proceden por diferenciación
, sino que saltan de una línea a otra entre seres totalmente heterogéneos.
Esto es el RIZOMA. Pensar en las cosas entre las cosas; eso es hacer rizoma
y no raíz, trazar la línea y no pararse a recapitular. Crear
población en un desierto y no especies y género en un bosque.
Poblar sin jamás es pacificar.
Lo que cuenta es un camino, lo que cuenta es una línea nunca es
ni el principio, ni el final, siempre es el medio, involucionar es decir
tener un andar más sencillo, más sobrio, económico;
no es lo contrario de evolucionar. El devenir consiste en involucionar.
El devenir no tiene historia. Involucionar es estar entre, en el medio.
Por ejemplo: los personajes de Becket están en perpetua involución.
Si hay que ocultarse, si siempre hay que ponerse una máscara, no
es en función de un gusto sino porque el camino no tiene ni principio
ni final y hay que ocultarlos. Pero el medio no tiene nada que ver con
la media. No se trata de una velocidad media. Los nómades están
en el medio. No tienen historia solo tienen geografía. Epicuro,
Spinoza y Nietzsche como pensadores nómades.
Félix y tú dicen que las máquinas binarias son aparatos
de poder para irrumpir los devenires. ¿Pero qué creeis que
hacéis sino proponer otros dualismos?. Es que en primer lugar quizás
habría que decir que el lenguaje está profundamente trabajado
por los dualismos, las dicotomías, los cálculos binarios.
La lingüística solo encuentra en el lenguaje lo que ya había:
el sistema arborescente de la jerarquía y del mando. El yo, el
tú y el él pertenecen profundamente al lenguaje. Lo primero
es el lenguaje, es él quien ha inventado el dualismo. Pero el culto
del lenguaje, la institucionalización de la lingüística
, es peor aún que la vieja ontología, de la que ha tomado
el relevo. Hay que luchar contra el lenguaje, inventar el tartamudeo,
para trazar una vocal o escrita que hará correr el lenguaje entre
esos dualismos y que definirá un uso minoritario del lenguaje,
una variación inherente como dice Labov. Lo que define la multiplicidad
no son los elementos ni el conjunto sino el Y, el Y como algo que ocurre
entre los elementos o entre los conjuntos. Y aunque solo haya dos términos
hay un Y entre los dos, que no es ni uno ni otro, ni uno que deviene el
otro, sino que constituye precisamente la multiplicidad. Siempre es posible
deshacer los dualismos desde dentro trazando las líneas de fuga
que pasan entre los dos términos, estrecho arroyo que no pertenece
ni a uno ni a otro sino que lo arrastra a los dos en una evolución
no paralela, en un devenir heterocrono. Al menos eso no tiene que ver
con la dialéctica.
El estructuralismo es un sistema de puntos y posiciones, que en lugar
de proceder por estallidos y crecimientos actúa por grandes cortes
significantes y obstruye las líneas de fuga en lugar de continuarlas,
destrazarlas, en el campo social.
Primera parte
Hay todo un sistema social que podríamos llamar sistema pared
blanca - agujero negro. Siempre estamos prendidos con alfileres en la
pared de las significaciones dominantes, hundidos en el agujero de nuestra
subjetividad, en el agujero negro de nuestro querido Yo. Pared en la que
se inscriben todas las determinaciones objetivas que nos fijan, que nos
cuadriculan, que nos identifican y nos obligan a reconocer: agujero en
el que habitamos con nuestra conciencia, nuestros sentimientos, nuestras
pasiones, nuestros secretitos demasiado conocidos, nuestro deseo de darlos
a conocer. El rostro además de ser producto de nuestro sistema,
es una producción social. Ancho rostro de mejillas blancas con
el agujero negro de los ojos. Nuestras sociedades tienen necesidad de
producir rostro.
Segunda parte
La unidad real mínima no es la palabra, ni la idea o el concepto,
ni tampoco el significante. La unidad real mínima es el agenciamiento.
Siempre es un agenciamiento el que produce los enunciados. Los enunciados
no tienen como causa un sujeto que actuaría como sujeto de la enunciación,
ni tampoco se relacionan con los sujetos como sujetos de enunciado. El
enunciado es un producto de un agenciamiento, que siempre es colectivo
y que pone en juego, en nosotros y fuera de nosotros, poblaciones, multiplicidades,
territorios, devenires, afectos, acontecimientos. El nombre propio no
designa un sujeto, designa algo que ocurre cuando menos entre dos términos,
que no son sujetos, sino agentes, elementos. Los nombres propios no son
nombres de personas, son nombres de pueblos y de tribus, de faunas y de
floras, de operaciones militares o de tifones, de colectivos, de sociedades
anónimas y de oficinas de producción. El autor es un sujeto
de enunciación, pero el escritor no, el escritor no es un autor.
El escritor inventa agenciamientos a partir de agenciamientos que le han
inventado, hace que una multiplicidad pase a formar parte de otra. Las
estructuras....
Diálogos 4
El autor como sujeto de enunciación es fundamentalmente un espíritu.
Crea un mundo pero no existe mundo alguno que espere por nosotros para
ser creado. Hay que hablar con, escribir con. Es el mismo mundo el que
nos tiende las dos trampas, la de la distancia y la de identificación.
La historia de la filosofía está recargada del problema
del ser, del ES. Se discute sobre el juicio de atribución (el cielo
es azul) y el juicio de existencia (Dios es) que a su vez supone el otro.
En realidad se trata del verbo ser y de la cuestión del primer
principio. No basta con crear una lógica de relaciones. Hay que
ir mas lejos, hacer que el encuentro con las relaciones penetre y corrompa
todo, mine el ser, lo haga bascular. Sustituir el es por el Y. A. y B.
El Y ni siquiera es una relación o una conjunción particular,
es lo que sustenta todas las relaciones, el camino de todas ella, lo que
hace que las relaciones se escapen de sus términos y del conjunto
de ellos y de todo lo que podría determinarse como ser, un todo.
El Y como extra-ser inter-ser. Aún así las relaciones podrían
establecerse entre sus términos, o entre dos conjuntos, de uno
a otro, pero el Y da otra dirección a las relaciones y hace que
los términos y los conjuntos huyan siguiendo la línea de
fuga que activamente él mismo ha creado. Se trata de una multiplicidad
que solo está en el Y, que no tiene la misma naturaleza que los
elementos, los conjuntos e incluso sus relaciones. Y aunque pueda crearse
entre dos elementos, no por ello se aparta menos del dualismo. Aparte
de Sartre que permaneció a pesar de todo atrapado en las garras
del ser, Jena Wahl nos permitió pensar el Y, ese tartamudeo propio
del lenguaje.
SPINOZA: no quiere convertir el cuerpo en un modelo y el alma en una simple
deficiencia de él. Quiere eliminar la pseudo-superioridad del alma
sobre el cuerpo. Hay el alma Y el cuerpo y los dos expresan una única
y misma cosa. Un atributo del cuerpo es también un sentido del
alma. Enseñar al alma a vivir su vida no a salvarla.
ESTOICOS: su importancia reside en que se ha sabido marcar una línea
de demarcación que no pasa por lo sensible y lo inteligible, por
el alma y el cuerpo sino por donde a nadie se le había ocurrido:
entre la profundidad física y la superficie metafísica.
Entre las cosas y los acontecimiento. Una nueva forma de destituir el
ES. El acontecimiento siempre es producido por cuerpos que chocan entre
sí, se cortan o se penetran, la carne y la espada: el efecto no
es del orden de los cuerpos: batalla imposible, incorporal, impenetrable
que vigila su cumplimiento y domina su efectuación. Uno siempre
se ha preguntado, ¿dónde está la batalla?, ¿dónde
el acontecimiento? Todo acontecimiento es una llovizna. Si los infinitivos
"morir", "amar", "moverse", "sonreír",
etc., son acontecimiento, es porque hay algo de ellos que su cumplimiento
no logra realizar, un devenir que no cesa de alcanzarnos a la vez y precedernos,
como una tercera persona del infinitivo, una cuarta persona del singular.
El amor está en el fondo de los cuerpos pero también está
sobre esa superficie incorporal que lo hace surgir.
Es muy difícil hablar de la ciencia actual, de lo que hacen los
científicos, pero, en la en la medida en que uno puede comprender,
se tiene la impresión de que el ideal de la ciencia ya no es ni
axiomático ni estructural. Una axiomática consistiría
en aislar una estructura que hacía homogéneos u homólogos
los elementos variables a los que se aplicaba. Era operación de
recodificación, de reordenación de la ciencia. Y es que
la ciencia nunca ha dejado de delirar, de hacer pasar flujos de conocimiento
y de objetos totalmente descodificados siguiendo líneas de fuga
que van cada vez más lejos. Pero hay toda una política que
exige que esas líneas sean bloqueadas, que se establezca un orden.
Piensesé el papel que ha jugado en la física Luis de Broglie,
impidiendo que el indeterminismo fuera demasiado lejos, frenando la locura
de las partículas: toda una reordenación. En la actualidad
da la sensación de que en la ciencia se produce un nuevo brote
de delirio. Y no solo por la búsqueda desenfrenada de partículas
raras, sino porque la ciencia se convierte cada vez mas en ciencia de
acontecimientos, y deja de ser estructural. Mas que construir axiomáticas
traza líneas y caminos, da saltos. Ya no se trata de una estructura
que encuadra dominios isomorfos, sino de un acontecimiento que atraviesa
dominios irreductibles. Por ejemplo el acontecimiento "catástrofe"
tal y como lo estudia René Thom. O bien el acontecimiento-propagación,
¿propagarse?, que se efectúa en un gel, pero también
en una epidemia, en una información. Ya no se extrae una estructura
común a diversos elementos, sino que se expone un acontecimiento,
se contraefectúa un acontecimiento que corta diferentes cuerpos
y que se efectúa en diversas estructuras. Algo así como
verbos en infinitivo, líneas de devenir, líneas que pasan
entre dominios y saltan de un dominio a otro, interreinos. La ciencia
cada vez se parecerá mas a la hierba, estará en el medio,
entre unas cosas y otras, acompañando su fuga (aunque bien es cierto
que los aparatos de poder exigirán cada vez más una reordenación,
una recodificación de las ciencias).
Diálogos 5
El humor es atonal, absolutamente imperceptible, hace huir algo. Es
un arte de acontecimientos puros. Hace tartamudear una lengua. Nunca se
trata de juegos de palabras, sino de acontecimientos de lenguaje, un lenguaje
minoritario que se ha vuelto capaz de crear acontecimientos de lenguaje.
No hay ni un solo juego de palabras en L. Carrol.
¿Qué es un agenciamiento?. Es una multiplicidad que comporta
muchos géneros heterogéneos y que establece uniones, relaciones
entre ellos, a través de edades, de sexos y de reinos de diferentes
naturalezas. Lo importante no son las filiaciones sino las alianzas y
las aleaciones; ni tampoco las herencias o las descendencias sino los
contagios, las epidemias, el viento. Un animal se define menos por el
género y la especie, por sus órganos y sus funciones que
por los agenciamientos de que forma parte. Por ejemplo un agenciamiento
del tipo hombre-animal-objeto manufacturado; HOMBRE-CABALLO-ESTRIBO. Lo
primero que hay en un agenciamiento es algo así como dos caras
o dos cabezas. Estados de cosas, estados de cuerpos; pero también
enunciados, regímenes de enunciados. Los enunciados no son ideología.
Son piezas de agenciamiento, en un agenciamiento no hay ni infraestructura
ni superestructura. Los enunciados son como dos formalizaciones no paralelas,
de tal forma que nunca se hace lo que se dice, y nunca se dice lo que
se hace, sin que por ello se mienta; no se engaña a nadie ni tampoco
se engaña a si mismo. Lo único que uno hace es agenciar
signos y cuerpos como piezas heterogéneas de una misma máquina.
En la producción de enunciados no hay sujetos, siempre hay agentes
colectivos. Son como las variables de la función que no cesan de
entrecruzar sus valores o sus segmentos.
CONTRA EL PSICOANALISIS tan sólo hemos dicho dos cosas: que corta
todas las producciones de deseo, que aplasta todas las formaciones de
enunciados, rompiendo así las dos vertientes del agenciamiento
maquínico de deseo y el agenciamiento colectivo de enunciación.
El psicoanálisis habla mucho del inconsciente, incluso lo ha descubierto:
pero en la práctica es para reducirlo, destruirlo, conjurarlo.
Os meterán en la cabeza la Carencia, la Cultura y la Ley. Pero
conste que no se trata de la teoría sino del famoso arte práctico
del psicoanálisis, el arte de interpretar. Ni hay sujeto del deseo
ni hay objeto. El sujeto de enunciación no existe. La única
objetividad del deseo son los flujos de inconsciente en un campo social.
El deseo es el sistema de signos
a-significantes con los que se producen flujos de inconsciente en un campo
social. Que la eclosión del deseo se produzca en la célula
familiar o en una escuela de barrio, poco importa, lo cierto es que siempre
cuestionará las estructuras establecidas. El deseo es revolucionario
porque siempre quiere más conexiones y más agenciamientos.
Pero el psicoanálisis corta, aplasta todas las conexiones; odia
el deseo, odia la política.
FOULCAUT: toda formación de poder tiene necesidad de un saber del
que sin embargo no depende, pero que no tendría eficiencia sin
ella. Ahora bien, ese saber utilizable puede adquirir dos formas: una
forma oficiosa como cuando se instala en los "poros"para tapar
tal o cual fallo en el orden establecido; o bien una forma oficial, cuando
constituye por si mismo un orden simbólico que proporciona a los
poderes establecidos una axiomática generalizada. Por ejemplo la
complementariedad ciudad griega - geometría euclideana. Y no porque
los geómetras tengan el poder sino porque la geometría euclideana
constituye el saber o la máquina abstracta que la ciudad necesita
para su organización de poder, de espacio y de tiempo. No hay estado
que no tenga necesidad de una imagen de pensamiento que le sirva de axiomática
o de máquina abstracta y a la que le proporcionará, como
contrapartida la fuerza necesaria para funcionar. De ahí la insuficiencia
del concepto de ideología que no da cuenta en absoluto de esta
relación. Así el enojoso papel de la filosofía clásica
fue el de proporcionar a los aparatos de poder el saber que les convenía
(Iglesia o Estado). El psicoanálisis ha hecho sus ofertas, convertirse
en una lengua y un saber oficiales que sustituyan a la filosofía,
proporcionar una axiomática del hombre que sustituya a las matemáticas,
invocar el Honestas y una función de masa. Pero es dudoso que lo
consiga: los aparatos de poder se inclinan con mayor facilidad hacia la
física, la biología o la informática.
ANTI-EDIPO: el deseo no está ligado a la ley en absoluto, y no
se define por ninguna carencia esencial. La santa castración, el
sujeto escindido, la pulsión de muerte, la extraña cultura
de la muerte. ¿Qué duda cabe que es así cada vez
que se piensa al deseo como a un puente entre un sujeto y un objeto: en
ese caso el sujeto del deseo solo puede estar escindido, y el objeto perdido
de antemano. Nosotros intentamos demostrar como el deseo está fuera
de esas coordenadas personológicas y objetales. Nos parecía
que el deseo era un proceso, y que desarrollaba un plano de consistencia,
un campo de inmanencia, un "cuerpo sin órganos" como
decía Artaud, recorrido por partículas y flujos que se escapan
tanto de los objetos como de los sujetos. El deseo no es pues interior
a un sujeto ni tampoco tiende hacia un objeto: es estrictamente inmanente
a un plano al que no preexiste, a un plano que es necesario construir,
y en el que las partículas se emiten y los flujos se conjugan.
Lejos de suponer un sujeto el deseo sólo puede alcanzarse en el
momento en que uno pierde la posibilidad de decir yo (Je).
Diálogo 6
Los tres contrasentidos sobre el deseo son, relacionarlo con la carencia
o con la ley; como una realidad natural o espontánea; con el placer
o incluso y sobre todo con la fiesta. El deseo siempre está agenciado
maquinado, en un plano de inmanencia o de composición que debe
construirse al mismo tiempo que el deseo agencia y maquina. Y no sólo
está determinado históricamente sino que es el operador
efectivo que en cada caso se confunde con las variables de un agenciamiento.
Ni la carencia ni la privación, producen deseo: si hay carencia
es con relación a un agenciamiento del que está excluido,
si hay deseo es en función de agenciamiento en el que está
incluido, (tanto que sea una asociación para el bandolerismo o
para la revuelta).
Máquina, maquinismo, "maquínico": ni es mecánico,
ni orgánico. La mecánica es un sistema de progresiones progresivas
entre términos dependientes. La máquina por el contrario
es un conjunto de "vecindad" entre términos heterogéneos
independientes (la vecindad topológica es independiente de la distancia
y de la contigüidad). Lo que define un agenciamiento maquínico
es el desplazamiento de un centro de gravedad sobre una línea abstracta.
Y, como la marioneta de Kleist, es ese desplazamiento el que engendra
las líneas o los movimientos concretos. Si la máquina totaliza
sus movimientos es porque una de las piezas es un hombre. Siempre hay
una máquina social que es anterior respecto a los hombres y a los
animales que incluye en su "phylum".
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